Los hermanos de oro
Ivica y Janica Kostelic, junto a Bode Miller, reyes al margen del dominio general de Austria
La familia Kostelic
dominó el cierre de los Campeonatos del Mundo de esquí en Saint Moritz (Suiza). Janica, la última gran estrella, la Tomba femenina, triple campeona olímpica en los Juegos de Salt Lake 2002, ganó el lunes la combinada y el sábado el eslalon pese a estar lesionada en una rodilla y un hombro. Ayer, como cierre, su hermano Ivica, de 23 años, dos más que ella, también se impuso en el eslalon, su única gran prueba.
En el reinado general de Austria, siempre la gran potencia, han brillado los reyes individuales. Además del veterano noruego Kjetil Andre Aamodt, que con su plata en la combinada batió el récord de medallas, 12, en la historia de los Mundiales, han reinado los dos hermanos croatas y el estadounidense Bode Miller, ganador del gigante y de la combinada y plata en el supergigante. Ayer acabó el sexto tras perder casi todas las posibilidades de triunfo en la primera manga, en la que se le cayó un bastón a mitad del recorrido. Bastante hizo con ceder sólo 90 centésimas de segundo a Kostelic. Después sólo le pudo recortar dos.
Jamás dos hermanos habían ganado títulos en unos Mundiales, aunque ya esta temporada lo habían hecho en la Copa del Mundo, pero en lugares diferentes. El 5 de enero, mientras Janica vencía en el eslalon de Bormio (Italia), Ivica triunfaba en el de Kranjska Gora (Eslovenia). Su dominio en la Copa es absoluto. Janica ya la ha ganado antes del final e Ivica es líder.
Austria ganó los mismos títulos que la familia Kostelic, pero sumó nueve medallas, con cinco platas de segundos puestos. Sólo quedó fuera de los podios en tres de las diez pruebas. Pero se irá con sabor agridulce. Sin reyes. Tras la exhibición en el supergigante con el oro y la plata de sus grandes bazas, Stephan Eberharter, líder de la Copa del Mundo ante Miller, y el asombrosamente recuperado Hermann Maier, ambos se desinflaron.
Nueva operación de Maier
Eberharter falló en el descenso, que ganó su compatriota Michael Walchhofer en la casi eterna historia de fiascos y sorpresas en los momentos cumbre, y anunció incluso que eran sus últimos campeonatos. A Maier le sucedió lo mismo y ha dado por terminada la temporada para volver a operarse de su milagrosa pierna derecha. El doctor Artur Trost, que se la salvó tras su accidente de moto el 24 de agosto de 2001 y le permitió volver a gran nivel -ganó antes de los Mundiales el supergigante de Kitzbuhel (Austria)-, le extraerá el clavo de 40 centímetros que ha dado consistencia al hueso. Así podrá recuperarse para empezar la preparación física veraniega con vistas a la próxima temporada.
España volvió a pasar de largo junto a la élite. Aunque Carolina Ruiz fue novena en el supergigante, falló en la eterna aspiración del podio la más acreditada, María José Rienda, caída a los 42 segundos en la primera manga del gigante.
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