Walt Rostow, asesor de los presidentes Kennedy y Lyndon B. Johnson
Walt Rostow, historiador de la economía, uno de los principales promotores y defensor apasionado de la guerra de Vietnam en su calidad de consejero de los presidentes John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, murió la noche del pasado jueves en un hospital en Austin, Tejas, en donde vivió, a los 86 años.
Hijo de un inmigrante socialista, Rostow se graduó en Yale a los 19 años, ganó una beca de Rhodes, sirvió como comandante en la Oficina de Servicios Estratégicos durante la Segunda Guerra Mundial y más tarde continuó una brillante carrera como estudioso de la modernización económica y como consejero político. Él acuñó el lema de la campaña de Kennedy de 1960, "Hagamos que el país se ponga otra vez en marcha".
Pero fue su implacable apoyo a la intervención militar americana en el sureste asiático, primero como funcionario en la Casa Blanca, en el Departamento de Estado bajo la Administración de Kennedy, y más tarde como consejero de seguridad nacional de Johnson durante la guerra de Vietnam, lo que le marcó para toda su vida. "Se convirtió en consejero de seguridad nacional del presidente en un momento en que la crítica y la oposición a la guerra comenzaban a cristalizarse, y respondió al propósito de blindar al presidente de la crítica y de la realidad", escribió David Halberstam en The Best and the Brightest, su estudio de 1972 sobre los orígenes de la guerra. "Rechazaba a los pesimistas y premiaba a los optimistas. No era algo forzado, era su manera de ser". "De hecho, amigos y enemigos le describían como un optimista perpetuo, tolerante y entusiasta, siempre cortés, una oveja con piel de lobo", como dijo en una ocasión el escritor Townsend Hoopes.
Despreciado por la mayoría del mundo académico tras su paso por la Casa Blanca, impartió clases en el Lyndon B. Johnson School of Public Affairs de la Universidad de Tejas, donde fue profesor honorario de Economía Política. Autor de más de 30 libros, Rostow permaneció activo en la enseñanza y los asuntos públicos hasta su muerte.
Kennedy, en un comentario no muy adulador, declaró: "Walt puede escribir más rápido de lo que yo puedo leer". Rostow fue también, según recuerdan sus colegas, un torbellino de autoconfianza, hablador hasta la verborrea, seguro de la rectitud moral de sus posiciones e incansable frente a la crítica, incluso frente a las crecientes dudas instaladas en el círculo más cercano de Johnson sobre la conveniencia de la guerra en Vietnam. "Finalmente entiendo la diferencia entre Walt y yo", dijo Nicholas B. Katzenbach, que fue secretario de Estado y fiscal general bajo la Administración de Johnson, después de una discusión sobre un bombardeo. "Yo era el piloto derribado que pasó dos años en un campo de prisioneros alemán, y Walt era el tipo que me marcaba los blancos".
Pero al principio, el optimismo sobre Vietnam de Rostow era ampliamente compartido. Llegó a él por su trabajo académico, principalmente en el Massachusetts Institute of Technology, sobre el desarrollo económico. En su libro más conocido, The Stages of Economic Growth: A Non-Communist Manifesto, publicado en 1960, sostenía que el desarrollo económico era un proceso de múltiples estados, estimulado por el deseo de mejorar la vida y lograr beneficios. Decía que la modernización se caracterizaba por un periodo crucial de "despegue", de rápido crecimiento estimulado por la expansión de sectores clave de la economía. Sostenía que Estados Unidos debía de acelerar este proceso de modernización en lugares como el sureste asiático, y esforzarse hasta alcanzarlo en detener por todos los medios diplomáticos o militares la infiltración de la guerrilla, que amenazaba con una toma de control por parte del comunismo. -
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