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El PSOE gallego arrincona a los críticos y busca un pacto con el BNG

Xosé Hermida

La crisis del Prestige ha elevado las expectativas electorales de los socialistas gallegos, pero no ha podido evitar la proliferación de algunos focos locales de tensión interna ante la proximidad de los comicios municipales. El último caso ha sido el de Vigo, donde la ejecutiva federal del PSOE ha destituido a la dirección local por sus diferencias con el candidato a la alcaldía, el ex juez Ventura Pérez Mariño. La absoluta sintonía entre la cúpula del PSdeG y el equipo de José Rodríguez Zapatero ha reforzado la posición del secretario general de los socialistas gallegos, Emilio Pérez Touriño, para arrinconar a los sectores más críticos de una organización con un largo historial de traumáticas batallas internas.

Ahora ha sido Vigo y antes fueron Ourense, Ferrol o dos importantes municipios coruñeses como Carballo y Ribeira. En las últimas semanas, no le han faltado problemas internos al PSdeG vinculados a la elaboración de las candidaturas municipales. Y en todos los casos, la dirección ha impuesto su criterio aun a costa de provocar la salida de algún veterano militante. Pérez Touriño y su principal valedor, el secretario de organización del PSOE, el gallego José Blanco, prefieren correr el riesgo de zarandear a la organización en vísperas electorales antes que permitir disidencias que cuestionen a los candidatos apoyados por la ejecutiva.

De esta operación disciplinaria sólo se ha librado el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, que dispone del blindaje de su gran apoyo en las urnas. Nadie ha incomodado tanto a Touriño durante la crisis del Prestige como Vázquez, quien prodigó toda clase de atenciones a los Gobiernos central y gallego mientras descalificaba la moción de censura presentada en el Parlamento gallego. Hace un par de años, Touriño ya amagó con expedientar al alcalde coruñés, pero en este caso la ejecutiva federal siempre ha propugnado una actitud más condescendiente. La indisciplina de Vázquez y su antinacionalismo visceral pueden comprometer la estrategia futura del PSdeG, decidido estrechar vínculos con el BNG en la certeza de que las nuevas condiciones creadas por la crisis del Prestige abocan a una alianza entre ambas fuerzas frente a un PP debilitado.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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