El PSOE destituye a la dirección de Vigo por sus trabas a la candidatura de Pérez Mariño
La dirección del PSOE ha dejado manos libres al ex juez Ventura Pérez Mariño en su propósito de lograr la alcaldía de Vigo, la primera ciudad de Galicia, aun a riesgo de abrir una crisis interna a tres meses de las elecciones municipales. La ejecutiva federal socialista, a propuesta de la gallega, decidió el lunes destituir a la dirección local del partido en Vigo, a la que acusa de maniobrar contra Pérez Mariño. La cúpula socialista ya había impuesto el pasado abril la candidatura del ex juez, frente a las aspiraciones del hasta ahora responsable del PSOE local, el senador y ex alcalde Carlos Príncipe.
La destitución de Príncipe es el episodio final de un largo enfrentamiento entre el ex alcalde y las direcciones gallega y federal del PSOE. Hace cuatro años, Príncipe aceptó a regañadientes el pacto municipal con el BNG, que le obligó a facilitar la alcaldía al nacionalista Lois Castrillo, con más votos. Una vez constituido un gobierno municipal de coalición, las constantes fricciones con el BNG acabaron enojando a la dirección socialista y dividiendo al grupo municipal.
Príncipe tiene fuertes apoyos entre la militancia local, pero el pasado abril sufrió un revés cuando la ejecutiva federal le impuso la candidatura de Pérez Mariño. Desde entonces, entre la dirección local y el aspirante a la alcaldía se venían produciendo lo que el PSOE gallego definió ayer para el público como "disfunciones", una descripción bastante menos cruda que la que exponen en privado.
Plantón a los militantes
Príncipe y sus partidarios no se resignaban a quedar al margen de la elaboración de las listas y del programa electoral, atribuciones que la dirección gallega había dejado al criterio de Pérez Mariño. La semana pasada, los afines a Príncipe convocaron una asamblea para que el ex juez les diese cuenta de sus planes sobre la candidatura electoral. El aspirante a la alcaldía no se presentó y dejó plantados a un centenar de militantes. El episodio convenció a la ejecutiva federal de que si no adoptaba medidas drásticas, la dirección local podría dañar las posibilidades electorales del ex juez.
Para relevar a Príncipe, que no ha querido comentar su destitución, el PSOE ha elegido a un viejo rival suyo, Miguel Barros, un veterano del socialismo gallego. Pérez Mariño expresó ayer su esperanza en que este relevo "influya para bien" en su campaña a la alcaldía. Pero está por ver la reacción de los militantes, que siempre han apoyado a Príncipe.
La actitud del ex juez durante los últimos meses tampoco convence a otros sectores del partido, que lamentan sus escasas apariciones públicas en momentos como la crisis del Prestige, en la que el alcalde nacionalista asumió un destacado papel. Pérez Mariño, que tras dejar la judicatura ejerce como abogado en Vigo, ha preferido un trabajo más discreto, mientras prepara una candidatura electoral con personas de su confianza.
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