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Los sindicatos amenazan con una huelga en ESO "como la de 1988"

Los cinco sindicatos de la enseñanza pública -CC OO, Fete-UGT, STEPV, CSIF y ANP

E- ratificaron ayer en bloque su intención de convertir "la movilización del 27 de febrero en la mayor huelga del profesorado de Secundaria [unos 18.500 profesores] desde la de 1988" si, en la reunión convocada para el próximo lunes por el responsable autonómico Manuel Tarancón, no hay un giro radical a la "actitud prepotente y frívola" que en su opinión "emprendió el PP en marzo de 2000, tras sacar la mayoría absoluta en las pasadas generales". En conferencia de prensa en la sede del CSIF, los sindicatos subrayaron la "responsabilidad" con la que actuaron "20 días antes de las elecciones autonómicas de 1999", cuando firmaron el acuerdo de plantillas de Secundaria "por el tenían que haberse creado 3.200 puestos de trabajo docentes en Secundaria y 1.200 en Formación Profesional", puntualizó Beatriz Rabasa, en calidad de portavoz. "Valoramos la rectificación anunciada el viernes por el consejero Tarancón de paralizar el proceso de supresión de 1.573 plazas docentes, pero es insuficiente", señaló.

Rabasa quiso dejar claro que en este momento los sindicatos actúan "de manera unitaria y sin fisuras" y cuentan con "el respaldo muy significativo de buena parte de los directores y claustros de los institutos de Secundaria". En esa dirección, Manolo Picó, de CC OO, precisó que "el sector de la enseñanza se encuentra en un momento muy vólatil" y atribuyó la escalada de desencuentros y la parálisis en que están las negociaciones entre los sindicatos y la Administración educativa "a la dejación, frivolidad o mala fe de quienes asesoran al consejero".

El balón, en consejería

En ese mismo sentido, Vicent Mauri del STEPV valoró los últimos pasos de Tarancón, en el sentido de retirar la propuesta oficial del 9 de enero por la que se pretendía suprimir o desplazar a más de un millar de docentes, pero apuntó que "ahora el balón está en el tejado de la Administración". "La única manera de desbloquear el conflicto", en opinión de los sindicatos, "pasa por derogar la norma aprobada de manera unilateral en julio (que permite desplazar a profesores o suprimir plazas)" y por crear "los puestos de trabajo comprometidos en 1999".

Esteban Montesinos, de Fete-UGT, atribuyó el baile de propuestas y la confusión que reina entre los directores de instituto y los claustros a "los criterios discrecionales utilizados por la inspección educativa " en cada centro y ratificó la voluntad sindical de dar un último voto de confianza al consejero. Antonio Ponce, de ANPE, coincidió en que también es "inaplazable" el cumplimiento de los acuerdos retributivos y su "revisión al alza". En la práctica, resumió Picó, "lo que está en juego es el principio de negociación colectiva, que se ha quebrado con la ruptura de los acuerdos firmados".

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