"Lo de la Real es difícil de explicar"

Ni en su mañana más optimista había previsto Agustín Aranzabal una temporada así. Con su Real Sociedad como líder fiable de la Liga y sólido aspirante al título. Y con él de nuevo en la selección española, algo que no se imaginaba después de que José Antonio Camacho le sentenciara tras la Eurocopa de Bélgica y Holanda 2000. Sin embargo, el lateral donostiarra, que el mes que viene cumplirá 30 años, está ahí, reclamado por Iñaki Sáez para defender de nuevo la camiseta nacional. La cita, mañana en Palma de Mallorca, y el rival, Alemania, subcampeón mundial. Aranzabal será el único representante de la Real.

Pregunta. La Real, ahí arriba, y nadie daba un duro por ella.

Respuesta. Pues sí. Después de encadenar unos cursos malos, intentábamos tener uno más que nada tranquilo. Pero estamos en una posición muy buena, con muchísimas ganas y muchísima ilusión.

"He intentado aprender a dar al balón con la derecha, pero me cuesta muchísimo"

"Espero que mi llamada no sea por diplomacia, sino al entender Sáez que tengo que venir"

P. ¿Y cómo se explica?

R. Si nos dicen esto en la pretemporada, igual tampoco nos lo habríamos creído. Sin embargo, se han hechos la cosas bien. Los resultados nos han dado confianza y el equipo ahí está. A ver quién le para ahora.

P. Pero con la primera derrota llegaron las primeras dudas.

R. No, yo creo que no. Estamos igual que antes de perder contra el Athletic. Sabíamos que antes o después iba a llegar la derrota y que teníamos que estar preparados. Se perdió ante el Athletic y no pasa nada. El domingo, ante el Espa-nyol, se empató, pero el equipo hizo un partido decente. Lo que pasa es que nos faltó el gol, rematar. Pero seguimos los primeros.

P. ¿Se siente el aliento del Madrid?

R. Hombre, por supuesto que se siente. Sabemos que tanto el Madrid como el Valencia y el Depor van a estar ahí arriba. Pero nosotros tampoco les tenemos que hacer mucho caso. No estamos acostumbrados a estar arriba. Así que, ahora que lo estamos, vamos a aprovecharlo y disfrutarlo.

P. Precisamente la falta de costumbre es su principal enemigo. El mal de altura, el vértigo al título.

R. Estos otros equipos sí están acostumbrados a pelear por muchas cosas. En ese aspecto no estamos igual, no. Pero lo que sí tenemos es ilusión. Hemos pasado años muy malos y sabemos que ahora estamos ante una oportunidad única. Precisamente por eso, porque no nos habíamos visto nunca en otra igual, va a costar quitarnos de ahí.

P. Y usted, por veteranía, deberá jugar un papel importante en alejar ese mal de altura de sus compañeros.

R. Todos estamos mentalizados. Va a ser difícil estar arriba, queda toda la segunda vuelta, nos va a costar y nos tenemos que preparar para todo lo que venga. Lo principal es terminar el campeonato satisfechos de haber dado el máximo. Al final, ya veremos dónde nos quedamos.

P. ¿Qué aporta como capitán?

R. No sé si cumplo los requisitos propios del brazalete, pero lo intento. He sido elegido por la plantilla. Me siento respaldado y, a la vez, más responsabilizado.

P. ¿Qué tiene Reynald Denoueix que no tengan otros?

R. No sé... Cada entrenador tiene su forma de ver el fútbol. Nos ha venido con unas cosas nuevas, tampoco nada fuera de lo normal, y las hemos intentado asimilar lo más rápido posible. Su mayor aportación tiene que ver con el trabajo y con que todos seamos un equipo. No le gustan las individualidades.

P. ¿Qué es lo que más le impresiona de la Real?

R. Me gusta mucho su seriedad, su disciplina y su ambiente. Todo el mundo es amigo del que está al lado. Y todos andamos comprometidos con el trabajo.

P. La buena temporada de la Real contrasta con su poca presencia en la selección nacional.

R. Bueno, eso es cosa del seleccionador. Igual hay mejores jugadores en otros equipos. Tampoco nos tiene por qué importar. Los extranjeros sí van con sus selecciones y nosotros..., pues... sí, muy poquitos. No hay que darle demasiada importancia. Lo primero es preocuparse por el club. Luego, si llegan estas llamadas, mucho mejor.

P. Dada la insistencia de la opinión pública en ese contraste, ¿considera su convocatoria como un simple acto de diplomacia?R. Espero que no sea así. Quiero creer que si vengo aquí es porque [Iñaki] Sáez entiende que tengo que venir. Un seleccionador debe hacer su equipo con independencia de quién sea el líder.

P. Pero sus ausencias en partidos anteriores se justificaron por la necesidad de regenerar la selección y que usted era mayor. Sin embargo, meses más tarde, esa edad ya no es problema. Todo muy raro, ¿no?

R. No lo sé. Supongo que Sáez intentará escoger lo mejor para cada partido. Por otro lado, es lógico que traiga gente más joven.

P. ¿Pero usted se siente mayor?

R. No; me encuentro muy a gusto. La situación del club es buena y juego todos los partidos. Estoy a gusto y con ilusión para seguir muchos años. Hombre, me acerco a la treintena y sé que cada vez mi final está más cerca.

P. ¿Se ve en la Eurocopa?

R. Ni me lo planteo. Pensar a largo plazo no es lógico. Yo vivo el momento, el día a día. El futbolista nunca sabe lo que le va a pasar.

P. Pero sí sabe lo que le pasó. Y a usted le tocó pagar los platos rotos de la Eurocopa 2000.

R. No lo sé. Pasé una experiencia muy buena, pero también muy dura. Me enseñó a ver muchísimas cosas. No fue lo que yo pensaba y se hizo dura. Me dolió el torneo en sí, no tanto desaparecer de la selección desde entonces.

P. ¿Qué aporta usted al fútbol?

R. Todo lo que puedo. Yo lo que intento es trabajar.

P. ¿Por qué uno es zurdo cerrado?

R. Yo, desde luego, lo soy. Pocas veces uso la pierna derecha. La vida me ha hecho así. He intentado aprender a dar al balón con la derecha, pero me cuesta muchísimo. Por eso manejo mucho más la izquierda.

P. ¿Con los diestros no pasa?

R. No; el diestro se acompaña mucho más de la pierna izquierda. Al jugador zurdo parece que se le hace mucho más difícil usar la otra pierna. Pero, a cambio, los zurdos somos de mucha técnica, muy hábiles. Es algo espontáneo, no se aprende. Te sale así desde niño y así sigues.

P. ¿Cuál ha sido su modelo como jugador?

R. Me gustaba mucho López Ufarte.

P. ¿Se acuerda de los títulos de la Real?

R. Yo era muy pequeñito, pero me acuerdo. Fue algo impresionante. Como ahora, ¿quién iba a pensar que la Real iba a ganar la Liga?Guipúzcoa salió a la calle y fue algo muy bonito.

P. ¿Cuesta ser futbolista de la Real en campo ajeno? ¿Cuesta que las hinchadas rivales le tiren de forma ofensiva la palabra España a la cara? ¿Que la gente les insulte mezclándolos con ETA?

R. No. A mí personalmente no me afecta. Mi trabajo es el fútbol. Y a lo que está al margen del fútbol tampoco le hago mucho caso. Yo vivo para el fútbol. Lo único que me gusta es este deporte, que es el que he mamado desde pequeño. Y, luego, que haya cosas que te digan, pues tampoco le doy importancia. Todo el mundo puede opinar y gritar, y más desde la grada, pero nosotros nunca estamos pendientes de lo que nos dicen.

P. En ese sentido, como ha ocurrido con los actores cinematográficos durante la entrega de los premios Goya, los futbolistas, por su calado en la sociedad, ¿no deberían comprometerse más con algunas causas?

R. No lo sé. Cada uno es muy libre de expresar sus sentimientos y sus ideas. Yo, personalmente, no soy de ese tipo de gente. Yo me dedico al fútbol, a mi profesión, y lo que piense o haga fuera de ahí ya es cosa mía. Tampoco me gusta salir mucho en los periódicos ni en estas cosas. No es lo mío. Lo mío es jugar al fútbol y punto.

P. ¿Cómo se siente tratado en la selección?

R. Bien. Cada vez que he venido, muy bien. Hay muy buen ambiente.