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Los agricultores de COAG se encierran en la Diputación de Almería por la deuda del sector

Los populares acusan a los socialistas de estar detrás de la protesta

Medio centenar de miembros de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) se encerró ayer en la Diputación de Almería para exigir al Gobierno central que participe en la refinanciación de la deuda del campo almeriense, cifrada en 1.200.000 euros. La protesta, de carácter indefinido fue criticada por el PP, partido que gobierna en la Diputación y que acusó al PSOE de estar detrás de la acción de los agricultores. Otros agricultores de la COAG se concentraron por la tarde en apoyo a los encerrados, a los que se les prohibió recibir alimentos hasta la noche.

Los miembros de la COAG, con su secretario provincial, Antonio Oliver, a la cabeza, accedieron a la Diputación con la intención de entrevistarse con el presidente de la Diputación provincial, Luis Rogelio Rodríguez (PP), y pedirle que exigiera al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, un compromiso firme en la participación de la refinanciación de la deuda del campo almeriense. Sin embargo, ese encuentro no se produjo y fue entonces cuando los miembros de la COAG anunciaron su intención de mantener un encierro indefinido hasta obtener una respuesta concreta del Gobierno central.

Durante los primeros momentos de la protesta se produjeron algunos episodios de tensión entre los representantes de COAG y el vicepresidente de la Diputación, José Luis Aguilar. Este último acusó a los agricultores de actuar de modo antidemocrático al irrumpir en el salón de plenos, sin previo aviso, en el momento en el que una persona estaba siendo examinada por un tribunal de oposiciones. Por su parte, los agricultores apelaron a su derecho de manifestación y reivindicación de sus derechos "en una institución que se supone que es la casa de todos los habitantes de la provincia almeriense", según manifestó Antonio Oliver.

Después de que los medios de comunicación fuesen desalojados del salón de plenos, el medio centenar de agricultores continuó con su encierro y logró que el manifiesto en el que se recogen sus demandas fuese admitido por los responsables de la institución provincial y enviado al Ministerio de Agricultura por fax. Ante la falta de una respuesta concreta del Ejecutivo central, decidieron mantener de forma indefinida el encierro.

A los concentrados en el salón de plenos de la Diputación no se les permitió, hasta la noche, adquirir comida, a pesar de la mediación de algunos dirigentes políticos como el coordinador provincial de Izquierda Unida, Diego Cervantes, quien mantuvo una infructuosa conversación telefónica con el subdelegado del Gobierno, Francisco Laínez. La respuesta del representante del Gobierno central en Almería ante la petición de Cervantes fue rotunda: "Lo que tienen que hacer es deponer su actitud. Finalmente, diputados socialistas obtuvieron permiso para entregar alimentos.

El vicepresidente de la Diputación, José Luis Aguilar, y la portavoz popular de Agricultura en el Parlamento Andaluz, Mari Carmen Crespo, dijeron que la Diputación no era el lugar para realizar ese tipo de protestas "ya que la Junta de Andalucía es la que tiene las competencias en materia de Agricultura".

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