Cartagena, a hombros
Leonardo Hernández hizo una actuación sobria pero muy acertada en su primero, aunque en los dos tuvo el borrón del fallo a la hora de matar. Cartagena tuvo el mérito de hacer él prácticamente todo en el manso y acobardado segundo, y en ocasiones tuvo que recurrir a su clásico y espectacular violín. Montes fue una mezcla de clasicismo y heterodoxia, haciendo las suertes con mucha pureza y adornándose con unas piruetas muy espectaculares. Pero todo se esfumó con el rejón de muerte. Algo parecido en el sexto, en el que después de un brillante tercio de banderillas, volvió a marrar en la suerte suprema.
Jesús Tabernero Hernández /
Leonardo Hernández: (silencio); (silencio tras un aviso). Andy Cartagena: (dos orejas); (oreja). Alvaro Montes: (palmas). Plaza de Valdemorillo. 9 de febrero. Corrida de rejones. Media entrada.