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OLIMPISMO

Los escándalos del comité de EE UU, un lastre para Nueva York

Javier Casqueiro

La candidatura de Nueva York a los Juegos Olímpicos de 2012, en competencia con Madrid, entre otras ciudades, está seriamente dañada por los escándalos y las dimisiones en el seno del Comité Olímpico de Estados Unidos. El conflicto interno, con dispuestas y peleas sin fin desde hace años, ha traspasado la barrera de ese organismo y obligado al Congreso a intervenir para plantear una profunda remodelación de su estructura.

El comité norteamericano ha cambiado de presidente cuatro veces desde 2000. En todos los casos, por dimisiones o ceses por la actuación irregular o sospechosa de sus responsables. El novelón parece no acabar nunca y la semana pasada vivió un nuevo capítulo de traiciones y destituciones.

La presidenta hasta entonces, Marty Mankamyer, fue depuesta tras conocerse la existencia de un contrato que relacionaba a su teórico número dos, Lloyd Ward, el jefe ejecutivo, con la compañía de uno de sus hermanos y de un amigo que facilitaron el montaje el pasado verano de los Juegos Panamericanos en la República Dominicana. Sin embargo, Ward todavía no ha dimitido, aunque se da por perdida su cabeza.

Mankamyer ya fue acusada el pasado otoño de usar su posición para beneficiar la carrera de su hija. Y ahora se ha sabido que el salario de Ward asciende a unos 550.000 euros, con un bonus de premio por varios cientos de miles más. En cualquier caso, Mankamyer y Ward nunca se han soportado. He ahí el orígen de sus enfrentamientos y seguramente de esta catarata de denuncias de corrupción y comportamientos poco éticos que les han minado. El timón lo tomó Mankamyer el pasado verano, cuando tuvo que dejar su puesto su antecesora, Sandra Baldwin, por falsificar su currículo.

Alarma en el Congreso

La historia de navajazos y reyertas en la cúpula de la USOC (siglas en inglés del comité) es crónica. Pero el punto de inflexión del hundimiento de su reputación se alcanzó en los preparativos de los Juegos de invierno de Salt Lake 1999, cuando se demostró que los promotores de esa ciudad se gastaron más de un millón de euros en obsequios a los miembros del COI.

En Estados Unidos no existe el Ministerio o Departamento del Deporte. Así, el control político del USOC parece, en principio, más díficil. Pero ya dejó hace 25 años de ser una asociación formada por voluntarios y ahora mueve ahora unos 500 millones de euros al año y está compuesto por 123 miembros y 21 ejecutivos.

De hecho, el serial ha sido ya abordado por el Congreso. El comité de comercio, del que depende la organización, montó la semana pasada una audiencia. El espectáculo que ofrecieron los responsables del USOC fue deplorable. Algunos senadores se quedaron alarmados y constataron que, con ese tipo de relaciones, la candidatura de Nueva York podría bloquearse. Eso sí, todavía hay tiempo para recomponer la mala imagen porque el COI no adoptará la decisión final hasta 2005.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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