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Cuatro juzgados acumulan más de 35.000 casos pendientes de ejecución

El juez decano pide paciencia a los funcionarios y rechaza sus críticas

Legajos y más legajos por los suelos, en las sillas y en cualquier rincón. Ese es el aspecto que ofrecen desde hace unos días los cuatro juzgados de ejecutorias de Barcelona en los que se acumulan más de 35.000 asuntos pendientes de resolución. Los funcionarios denunciaron ayer las condiciones de trabajo en las que se encuentran y el juez decano, Joaquim Bayo, rechazó las críticas y les pidió "un poco más de paciencia" para abordar la situación.

Los cuatro juzgados de ejecutorias empezaron a funcionar a primeros de año con una sola función: decidir cómo se cumplen las sentencias firmes con penas que no superen los cinco años de cárcel que dictan los juzgados de lo penal de la ciudad. O sea, la mayoría de las que se dictan y en las que casi siempre aparece un delito relacionado con la pequeña delincuencia. En esos cuatro juzgados se han recibido más de 35.000 asuntos en las últimas cinco semanas, pero no se había previsto dónde almacenarlos. Estos días se han empezado a instalar estanterías desde el suelo hasta el techo en cualquier espacio disponible de los juzgados para acabar con la imagen actual.

Joaquim Bayo, juez decano de Barcelona, asegura que a lo largo de este mes los expedientes estarán archivados. También recordó que el reparto de los más de 35.000 asuntos se ha producido mucho antes de lo previsto y que ahora sólo falta que los jueces se pongan manos a la obra y empiecen a despachar los casos. El sistema ideado prevé, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, que a cada condenado se le asigne un solo juez que decida cómo cumple las condenas firmes que tenga. El sistema permitirá, además, que los jueces apliquen criterios comunes porque serán 4 y no 23 como ocurría hasta ahora.

Los funcionarios, sin embargo, denuncian las condiciones de trabajo en las que se encuentran, y en algunos juzgados han colocado carteles alusivos a la falta de espacio y a la imagen espeluznante que ofrecen a quien se acerque por allí, con montones y montones de papeles, informa Efe. Aprovechando la situación actual, también realizan críticas que, según el juez decano, no tienen ningún fundamento. La más ilustrativa es que algunas sentencias firmes prescribirán por el colapso actual. Bayo considera que esa afirmación no tiene ningún sentido porque la prescripción se produce a los cinco años y, en cualquier caso, sería ajena a los nuevos juzgados. "Al contrario. Lo que puede ocurrir es que casos que estaban olvidados en un armario se reemprendan ahora con el traslado", apostilló.

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