¿Quién ganó el partido?

Hay estadios tan modestos que ni siquiera tienen marcador. Y deportes tan minoritarios, que ni siquiera tienen público. Y, con unas condiciones así, puede pasar lo que hace una semana pasó en Sevilla: que al final de un encuentro entre dos equipos de rugby, nadie sepa quién ha ganado el partido. Mejor dicho: que todos crean que lo ha ganado un equipo hasta que el árbitro diga que no, que lo ha ganado otro. Una semana después, la gente sigue preguntándose: "¿Quién ganó el partido?".

Sucedió el pasado domingo en el complejo deportivo Blanco-White de Sevilla. Se enfrentaban dos equipos de la División de Honor B de Rugby, el Inés Rosales CAR, de Sevilla, una formación que está en la zona alta de la clasificación, y el Universidad de Granada, uno de los colistas. Arbitraba Francisco Manuel Ruiz Jiménez. Fue un partido muy igualado, con continuos empates.

Iban 12 a 9 a favor del Inés Rosales CAR cuando un jugador del equipo granadino, Álvarez Molero, realizó un ensayo que valía 5 puntos. Luego el club falló otra posibilidad de obtener más tantos. El árbitro pitó el final y, según uno de los 25 espectadores que presenciaban el encuentro, los granadinos salieron del campo sintiéndose victoriosos mientras los del Inés Rosales CAR se iban al vestuario abatidos, su entrenador increpaba al árbitro y la delegada del campo, del equipo local, llamaba a la Federación Española de Rugby (FER) para comunicar el resultado: 12-14 a favor del Universidad de Granada.

Fue entonces cuando sucedió lo inesperado: el árbitro Ruiz Jiménez consultó su libreta de notas y dijo que no, que ahí no constaba 12-14, sino 15-14 a favor del equipo sevillano. El entrenador del Universidad, José Fernández Núñez, se quedó helado, como sin saber. "La sorpresa que nos llevamos cuando el arbitro llegó y dijo que el resultado era de 15-14". No sólo eso. Los jugadores vieron cómo, después de haber comunicado a la FER el resultado inicial, la delegada de campo volvía a llamar para corregir y dar el nuevo resultado". "Nos quitaron la victoria para la clasificación general", afirma Fernández Núñez, "y tenemos testigos que son personas de Sevilla que lo vieron todo".

Uno de ellos es Joaquín González, ex jugador de ambos equipos y ahora retirado. "Los jugadores del Universidad estaba celebrando la victoria mientras los del CAR se iban cabizbajos cuando llegó el árbitro y dijo el resultado. En 15 años de vida deportiva jamás había visto una cosa así".

El partido era trascendental para el Universidad de Granada, que no ha ganado un solo encuentro en toda la temporada y corre el riesgo de descender. Los responsables del club han decidido poner los hechos en conocimiento de la Federación Española de Rugby.

El árbitro, por su parte, se defiende: "Yo tenía anotado que el equipo local había anotado cinco golpes de castigo que, a razón de tres puntos por golpe, suman 15, y que el otro equipo había anotado tres golpes de castigo más un ensayo, lo que suma 14". Ruiz Jiménez se mostró "muy sorprendido" por la protesta de los granadinos. "Lo tenía anotado todo en mi tarjeta y sólo me fío de mi tarjeta". "La delegada de campo también tenía el mismo resultado que yo".

"Eso no es cierto", afirma por su lado el entrenador. "La delegada de campo dio a la FER un primer resultado de 12-14 y luego volvió a llamar para dar un nuevo resultado". Ruiz Jiménez admite que pudo haber un error. El caso es que, al no existir un marcador que muestre al público el resultado, es muy difícil que llegue a saberse nunca quién ganó el partido.