Camacho: "Las radios y televisiones públicas son el sistema menos malo"

"Ustedes saben como yo que no corren buenos tiempos para la lírica. Ahí está el señor Bush para demostrarlo. Lo mismo ocurre con la televisión. La televisión no goza de mucho prestigio", afirmó ayer el director general de la RTVA, Rafael Camacho, en una conferencia que pronunció en la Fundación Antares Foro de Sevilla. Camacho dedicó su alocución a intentar quitarle mala fama a la televisión y a demostrar que una radio y televisión públicas son necesarias para el bienestar de la sociedad.

El periodista Manuel Campo Vidal presentó a Camacho ante 200 oyentes. Las consejeras de Cultura y Justicia, Carmen Calvo y Carmen Hermosín, respectivamente, acudieron al acto. Camacho inició su conferencia con un recuerdo para Francisco Umbral. El escritor acudió en cierta ocasión a ser entrevistado a una televisión. Como la presentadora no hablaba de su último libro, Umbral perdió los estribos y empezó a protestar. "Paco Umbral dijo: '¡He venido a hablar de mi libro!'. Yo he venido a hacer publicidad de la radio y la televisión de Andalucía", explicó Camacho. Y puntualizó: "Pero publicidad veraz".

"Las televisiones públicas tienen más sentido que nunca: porque representan el derecho de los ciudadanos a la información, a los bienes culturales, a la libertad real de expresión. Esos derechos no pueden ser función de conglomerados transnacionales, de grupos de la informática y la publicidad. El sistema menos malo que tenemos son las radios y televisiones públicas", afirmó

el director general de la RTVA.

Camacho ironizó sobre los males que se suelen atribuir a la televisión: es culpable de que "los niños no se vayan a dormir a su hora; de que los maridos no quieran salir el sábado por la noche porque retransmiten un partido de fútbol; de que un partido gane las elecciones y otro las pierda; de Marujita, Matamoros y Lecquio; del chapapote...". "Parece que la televisión tiene la culpa de todo", resumió el director general de la RTVA.

Poseída por el Maligno

"Hace 10 o 12 días La 2 nos obsequió con una extraordinaria película de Sidney Lumet, Network, del inolvidable Peter Finch y Faye Dunaway. Se trata de un duro alegato contra la televisión que lo pone todo al servicio de la audiencia. Esto significa que la televisión ya estaba poseída hace 30 o 40 años por el Maligno. La televisión es un medio sospechoso", señaló Camacho.

"Tuvimos que esperar hasta el siglo XX para que la televisión se impusiera y fuera el epicentro cultural de nuestra sociedad. La sustancia de la televisión no se agota en la alta responsabilidad social que tiene. También es una fábrica de sueños y una compañía doméstica", indicó el director general de la RTVA.

Camacho inició su defensa marcando los límites en los que, a su juicio, debe ser juzgada la televisión. "No somos supletorios, ni siquiera subsidiarios, de la responsabilidad de la escuela, la familia y el ateneo", aseveró. Camacho recordó que muchos que se proclaman teléfobos practican la telefilia a escondidas.