La Filmoteca celebra su aniversario con un ciclo sobre María Félix
La Filmoteca Española cumple medio siglo, y con motivo de este cincuentenario, ha programado durante este mes una variada serie de producciones en sus dos salas del cine Doré. Tras abrir el año con un ciclo dedicado a películas españolas de los años treinta, ahora continúa con filmes de los años cuarenta. Además, repasa títulos protagonizados por la mítica actriz mexicana María Félix. Y el día del aniversario, el 13 de febrero, otro recuerdo: la película Novio a la vista, dirigida en 1953 por Berlanga sobre un relato de Edgar Neville.
Otro protagonista de las evocaciones de la Filmoteca es el veterano realizador portugués Manoel de Oliveira, del que podrá verse O Porto da minha infancia, documental rodado en 2001, año en que Oporto era capital europea de la cultura. Por otro lado, culmina el amplio ciclo sobre la Nouvelle vague francesa.
Dentro del homenaje a la recién fallecida actriz mexicana María Félix, se proyectarán películas como Mare Nóstrum (1948), de Rafael Gil; El rapto (1954); Enamorada (1946) y Río escondido (1948), de Emilio Fernández; La corona negra (1950), de Luis Saslavsky; Faustina (1957), de José Luis Sáenz de Heredia; Miércoles de ceniza (1958), de Roberto Gavaldón; Los ambiciosos (1959), de Luis Buñuel, y Sonatas (1959), de Juan Antonio Bardem.
El mejor de los ciclos de febrero es el denominado España 1940, que incluye una buena selección de películas, hecha por el experto Emilio Sanz de Soto, del cine rodado en la década. Aunque no podía faltar la inevitable Raza (1949), de José Luis Sáenz de Heredia, con guión del mismísimo general Franco, el cine de estos años tiene mucho más interés del que siempre se ha dicho y escrito, debido al despiste generalizado de una censura en manos de militares y curas, todavía muy lejos de los políticos que la convirtieron en un arma terrible en la etapa final de la dictadura.
Es imprescindible la visión de Rojo y negro (1942), de Carlos Arévalo; de las obras maestras de Edgar Neville Correo de Indias (1942), La torre de los siete jorobados (1944), Domingo de carnaval (1945) y El crimen de la calle Bordadores (1946); la peculiar La casa de la lluvia (1943), de Antonio Román; la dramática Fortunato (1941), de Fernando Delgado; las comedias Ella, él y sus millones (1944), de Juan de Orduña, y Mi adorado Juan (1949), de Jerónimo Mihura.
A través de estas películas se puede llegar a tener una visión bastante exacta de lo que era la cruda realidad de un país que acababa de salir de una guerra civil y vivía con la frustrada esperanza de que el final de la II Guerra Mundial cambiara su situación política.
Hace ahora 50 años se creó la Filmoteca Nacional de España, bajo la dirección del crítico y censor Carlos Fernández Cuenca. Sin embargo, en 1963, en el salón de actos del Instituto Nacional de Previsión comienzan sus sesiones semanales con un ciclo sobre el director italiano Michelangelo Antonioni. En abril de 1972, tras ser nombrado director Florentino Soria, comienzan las sesiones diarias en el desaparecido cine California. Desde entonces hasta hoy, convertida en Filmoteca Española, ha tenido atractivas citas con los cinéfilos en una larga serie de locales madrileños, hasta llegar a su actual sede del cine Doré. Asimismo, cuenta con otras dependencias en el número 10 de la calle de la Magdalena, donde presenta sus exposiciones.
Filmoteca Española. Cine Doré (Santa Isabel, 3. Metro Antón Martín). Teléfono 913 691 125. www.mcu.es/cine/filmoteca/pcine_filmoteca.html. Horarios y pases: consultar cartelera. Entrada, 1,35 euros; abono de 10 sesiones: 10,22 euros.
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