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Crónica:BALONCESTO
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Tau se despide del liderato

Honrosa derrota del conjunto vitoriano ante el campeón de Europa

Dusko Ivanovic pidió un deseo en Atenas: "Quiero llegar a la última posesión con posibilidades". Se le cumplió. Pero el Tau no ganó en la cancha del campeón de Europa. El partido se le hizo demasiado largo a un equipo de siete jugadores exprimidos, explotados al máximo y que dejaron todo su orgullo en un campo indigno de la Euroliga (al Panathinaikos le permiten jugar en un gimnasio diminuto y sin las mínimas condiciones). La derrota le deja fuera de la lucha por el liderato de su grupo en esta primera fase, a falta de dos jornadas para el final.

El equipo del Obradovic no supo administrar su opulencia. Fueron goteando jugadores por la cancha. El último en aparecer, por citar uno, fue Kutluay, el mejor turco de los que no juegan en la NBA. El Tau jugó con siete, e incluso menos. Allen se produjo un esguince en el tobillo y acabó cojeando. Scola, que acaba de reaparecer tras una larga lesión, apenas pudo ayudar. Nocioni, en cambio, arrasó con todo, jugando como alero, ala-pívot o lo que hiciera falta. Se ha consolidado como un elemento imprescindible. Él, junto con Calderón y Foirest fueron los líderes de un Tau al que, mientras espera la llegada de nuevos jugadores le queda poco más que el argumento de la épica en partidos de esta talla. Y aún así, planta cara.

PANATHINAIKOS 86 - TAU 83

Panathinaikos: Kalaitzis (6), McDonald (14), Buford (10), Fotsis (17), Middleton (12); Alvertis (8), Ballogiannis, Lakovic (8), Tsartsaris, Kutluay (8) y Papadopoulos (3). Tau: Calderón (18), Vidal, Foirest (19), Nocioni (22), Sims (7); Allen (12) y Scola (5). Árbitros: Jungebrand (Finlandia), Gasperin (Francia), Jovcic (Yugoslavia). Eliminaron a Scola (m. 33) y Nocioni (m. 40). Unos 2.000 espectadores en Atenas.

El Baskonia mandó en el partido. Ivanovic descolocó a Obradovic de salida. Sacó un quinteto poco convencional, sin Allen ni Scola, y sin ningún jugador que superara los dos metros de estatura. Así, se vio a un Tau rapidísimo, con un acierto pertinaz, aunque, por lógica, alguna vez el balón circulaba tan rápido que acababa en la grada. Llegó a atesorar rentas de nueve puntos (49-58 en el tercer cuarto). El Panathinaikos, haciendo la goma, siempre volvió a su sitio. No puede sentirse satisfecho Obradovic. Todo lo consiguió gracias a la calidad individual. A veces, por McDonald; otras por Fotsis, autor de los dos triples que desequilibraron el partido; y siempre con Middleton, un tipo que a sus 36 años parece haber firmado un pacto con el diablo. Él da consistencia al Panathinaikos.

Al final, el cuadro griego ganó por los tiros libres y, sobre todo, por aburrimiento, porque tenía 11 jugadores frente a un grupo de hombres físicamente desechos pero con una mentalidad a prueba de bombas. Allen llegó a disponer en el último segundo de un triple para intentar el empate. Fue en vano.

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