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Cristian Domecq muestra su necesidad continua de cambio en una retrospectiva

Margot Molina

El pintor jerezano Cristian Domecq (1951) se ha enfrentado a la mayor revisión de toda su carrera en Memoria quebrada (1980-2000). La muestra, que se inauguró el viernes en la sala Chicarreros de Sevilla organizada por la Obra Cultura Caja San Fernando, reúne 60 obras entre pintura, dibujo e instalaciones. El artista realizó sus primeras individuales en Madrid en 1980, cuando hacía estragos la Nueva Figuración Madrileña; pero desde sus inicios nunca se adscribió a ninguna corriente. Abstracción, pop, figuración, instalaciones, Cristian Domecq es como un domador de estilos: los usa, pero los mantiene a raya.

"Mi objetivo es no ser fiel a ningún principio", comenta el pintor que trabaja habitualmente en Madrid. "Mi obra está marcada por una necesidad continua de cambio, por la búsqueda de algo distinto", dice Domecq, que durante toda su carrera ha cultivado el retrato.

La exposición, comisariada por el también artista Quico Rivas, estará abierta hasta el 23 de febrero y, después, viajará al Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC). Montaña, un acrílico de 1980, con un colorido totalmente fauvista, abre la muestra para dar paso después a los retratos con cierto aire pop que realizó durante la década de los ochenta. Quizás la faceta más desconocida del artista son las abstracciones de gran formato, fechadas todas en 1988, lienzos armónicos y llenos de poesía que contrastan con el expresionismo una serie de dibujos de 1990.

La década de los noventa está marcada por el cuerpo humano, óleos sobre tablas con formas caprichosas en los que Domecq sorprende al espectador. La pintura de denuncia social, con obras como Psicofactoría (1998) o sus lienzos sobre la India constituyen otra vuelta de tuerca más en la trayectoria de este artista.

Cristian Domecq, cuyas obras forman parte de las colecciones del Museo Español de Arte Contemporáneo, la Biblioteca Nacional o la Wellington Collection, entre otras, comenzó una serie sobre fondo negro en 2001, un paso más en su propósito de "ir incubando un secreto que va engordando con el tiempo".

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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