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Columna
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Jiménez de Parga

Al presidente del Tribunal Constitucional, Jiménez de Parga, no le gustan los nacionalismos. Desde que accedió a ocupar tan importante cargo no ha cesado de comparecer ante la opInión pública para hacer patente su rechazo. En febrero del 2002 arremetía contra "los nacionalismos fanáticos o fundamentalistas que destrozan, perjudican y entorpecen la convivencia libre de los españoles". En otra ocasión se dedicó a ridiculizar la figura del lehendakari Ibarretxe con aquello del "lehendakari de Oklahoma". Ahora se ha despachado con unas declaraciones sobre las "nacionalidades históricas", queriendo enfrentarlas al resto de las regiones españolas aduciendo que éstas también tienen su historia. ¡Naturalmente! Pero ésa no es la cuestión. Jiménez de Parga fué diputado en las constituyentes. Yo tambien. Y el señor Jiménez de Parga debe saber que el calificativo de "históricas" no suponía, en absoluto, negar que las demás regiones no lo fuesen. Se aplicó el término a aquellas regiones "que en el pasado hubiesen plebiscitado afirmativamente proyectos de Estatuto de autonomía", según establece la Disposición Transitoria Segunda de la Carta Magna. En modo alguno se quería significar que Cataluña, Euskadi y Galicia tuviesen historia y las demás no. Hubiese sido una estupidez. Pero Jiménez de Parga quiere afirmar lo que no es cierto y marear la perdiz buscando enfrentamientos. Y así nos dice que en el año 1000, "mientras los andaluces teníamos, mi Granada tenía, varias docenas de surtidores de agua de sabores distintos y olores diversos, en algunas zonas de las llamadas comunidades históricas ni siquiera sabían lo que era asearse los fines de semana". Seguramente, los Jiménez de Parga ya vivían en la Granada mora del año 1000 y se bañaban a diario en aquellas fuentes perfumadas mientras que catalanes, vascos o gallegos eran unos guarros. ¡Hombre, don Jiménez!, para guarra Isabel la Católica, que no se cambió de camisa hasta conquistar Granada. ¡Y era nada menos que Reina de Castilla! ¡Cuantas tonterías! ¿Y este señor preside el Constitucional? Así va el país.

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