Atraco en Marbella
El pasado día 9 tuvo lugar el primer examen para 50 plazas de auxiliar administrativo para el Ayuntamiento de Marbella. En las bases todo parecía normal, nada hacía presagiar a primera vista que las plazas ya tenían nombre y apellidos. Por eso fuimos 1.500 personas las que pagamos los 9 euros que pedían para poder presentarnos a los exámenes.
Al entrar nos dan dos hojas fotocopiadas con el membrete del Ayuntamiento, un tampón en azul y unas casillas donde había que poner el nombre y los apellidos. En realidad todavía no se sabía en qué iba a consistir el examen, pero en una primera prueba en la que había 1.500 aspirantes parece lógico que se tratara de un examen tipo test. Pues por lo que comentaban por allí los interinos y contratados laborales del Ayuntamiento parece que iban a ser dos preguntas a desarrollar... pero, ¿cómo es posible que unos sepan en qué va a consistir el examen y otros no?
El tongo ya estaba más que cantado cuando el presidente del tribunal dijo, con total desfachatez, que a aquel que no pusiera el nombre, los apellidos y el DNI en cada hoja del examen, además de firmarlo, no se le corregiría. La sangre ya me hervía en las venas y no pude soportarlo más: me levanté y manifesté que no quería seguir participando en aquella farsa. Los exámenes fueron sacados en dos cajas de cartón por otros tantos miembros del tribunal sin ningún tipo de control, ni lacres ni sellos; cualquiera que tuviera acceso a los mismos podía haber pegado un cambiazo con toda tranquilidad ya que las hojas de examen no tenían números correlativos que permitieran detectar este fraude.
Me parece muy bien que el Ayuntamiento de Marbella tenga 50 interinos, contratados o amigos a los que le quiera dar la plaza, pero lo mínimo que debería de haber hecho es indicarlo en las bases para no hacernos perder tiempo y dinero, amén de exponernos en la carretera en un día con una climatología infernal. Supongo que el señor representante de la Junta de Andalucía fue a Marbella a darse un paseo, a que lo invitaran a comer en La Pesquera y a firmar lo que les pareciera a los señores del Ayuntamiento.
El caso es, señor representante de los andaluces, que sólo ha representado usted a 50, a los 50 a los que les regalan las plazas, pero a los restantes 1.450 nos ha vendido usted. Pido a todos aquellos que fueron estafados en estas oposiciones que escriban al Defensor del Pueblo Andaluz contándole lo que allí pasó, a ver si él hace algo por nosotros y este tipo de actuaciones comienza a no quedar impune.
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