A mis compañeros concertados
Siento vergüenza de mostrar el panorama desolador que se asoma en el sindicalismo de la enseñanza concertada. Siento vergüenza al descubrir que aquéllos que se sientan en la mesa camilla para ir arrancando migajas a la consejera, no demasiadas por cierto, y que basan su estrategia en la argucia legendaria de llenarnos de papeles plagados de demagogia, elaborando planes magníficos que no conducen a nada porque ni ellos los creen, no quieren perder sus beneficios, sus cursos de formación, su financiación, sus liberados... no desean volver al desierto de sus centros, saboreando el dulce placer del reencuentro con las tizas... Ocupados en "nuestros" asuntos, no están dispuestos a que un nuevo comensal, pobre, sin grandes aparatos jurídicos, sin dictados preestablecidos, sin jefes supremos, sin liberados que se acomodan, sin financiación alguna salvo nuestra lotería de Navidad, con la frescura de lo nuevo... se sume como compañero de camino y de ahí que pretendan sacar en los despachos lo que no alcanzan en las urnas. En Sevilla ya han impugnado varias elecciones y en Granada CC OO, con la sombra de USO detrás, recientemente ha impugnado las elecciones en Maristas, donde la Plataforma por la Homologación en Andalucía (PHA) hizo pleno. (He interrumpido un momento la carta por una llamada donde me comunican que USO ha impugnado las elecciones del Juan XXIII de la Chana, donde la PHA, contra pronóstico, alcanzó representación en el Comité).
Todo esto no viene más que a corroborar el acuerdo tácito o explícito de impugnar todas las elecciones donde salgan delegados de la Plataforma. Este uso inadecuado de la ley, buscando entorpecer más que aclarar, sin acatar la voluntad de los trabajadores, se volverá en su contra.
Allá ellos si creen que enfrentándose a los trabajadores van a conseguir representación.
Allá ellos si piensan que nuestros centros son cromos para repartir a su antojo.
Allá ellos si asustan a los trabajadores con mentiras sobre la Plataforma.
Parafraseando a Alberti, deben saber que el mar no es la ola que acaba/ sino la que va a empezar.
Allá ellos...
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