El director de la Caja de Alcoi dice que actuó bien ante la quiebra

El director de la extinta Caja de Credito de Alcoi, Jesús Llopis, uno de los imputados en el proceso penal por la quiebra fraudulenta de la entidad, trató de eludir responsabilidades por la concesión de créditos que provocaron en agosto de 1993 un agujero cercano a los 700 millones de pesetas. Llopis en su comparecencia ayer ante el juez del juzgado número 1 de Alcoi aludió a que en la concesión de créditos actuaba con arreglo a la práctica normal de la época, y que el consejo rector no ponía obstáculos en su labor como director.

El abogado de la acusación particular, Luis Ferrer, presente en esta comparecencia tachó de "ilógica" y "absurda" la concesión de créditos a familiares y amigos sin garantías de riesgo. Agregó que la acusación cuenta con una resolución judicial en el proceso civil y que declara fraudulenta la quiebra de la entidad a causa de la actuación de los directivos. Hasta el próximo lunes están citados a declarar el resto de componentes del consejo rector de la Caja de Crédito. Medio centenar de afectados por la quiebra de la Caja de Crédito de Alcoi recibieron a los directivos con pitos y cacerolas. A las puertas del Palacio de Justicia de Alcoi reclamaron la devolución de sus ahorros.