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Entrevista:MARTÍN AURREKOETXEA | Sindicalista y autor de una historia de ELA

"El Estatuto completo fue una reivindicación histórica de ELA hasta 1997"

Pedro Gorospe

Martín Aurrekoetxea (Loiu 1944), autor de De Solidaridad de Obreros Vascos a Euskal Langileen Alkartasuna (1911-2001), una historia del sindicato ELA, cree que la central mayoritaria en Euskadi sigue creciendo porque es un espacio de encuentro de personas de diversas ideologías, que valoran la independencia respecto a las opciones partidistas. Sindicalista en activo de ELA desde la clandestinidad hasta 2000, dice que la central dio por agotada su reivindicación histórica de un Estatuto completo en 1997.

Pregunta. ¿Qué conclusiones saca después de bucear en 90 años de historia de ELA?

Respuesta. El libro no es una tesis ni en el fondo ni en la forma, sino un escaparate de elementos diversos. El libro es un mensaje al entorno en el que se ha movido ELA, con concesiones anecdóticas a las personas que han hecho posible el crecimiento del sindicato. Es decir, hay un componente de homenaje a las personas. Más que conclusión saco un hecho, y es que después de 90 años ELA sigue creciendo a todos los niveles y eso es un éxito.

"En ELA el mestizaje ideológico se da con mucha naturalidad"

P. ¿Ese homenaje es porque en ELA tiran más los personalismos que la propia organización?

R. Se percibe con claridad que hay liderazgos muy importantes desde 1976, pero la organización pesa muchísimo. Crece más y cobra importancia el pensamiento grupal, sobre todo desde el III Congreso de 1976, cuando se elabora un modelo de autonomía en el sentido total, que permite romper con dinámicas partidarias, y cobra su propia ideología.

P. ¿Puede resaltar dos o tres momentos clave que marquen el rumbo actual del sindicato?

R. En el III Congreso se retoma la idea de un sindicalismo fuerte en base a hacer un cuerpo organizativo importante y se ponen las bases de la independencia del sindicato. En el VII, en 1990, se produce un ajuste en el comité ejecutivo con un cambio de personas, se hace un profundo análisis y se produce un relanzamiento, sin olvidar que en 1978 se puso en marcha la caja de resistencia, que se reforzó en 2000 con la caja de resistencia extraordinaria. También es sustancial la lucha en contra de los criterios centralistas del Estatuto de los Trabajadores que se materializó en la huelga de diciembre de 1979.

P. ¿Es un tópico que existe una separación entre la ideología del sindicato y la de sus bases?

R. Si hubiera divorcio entre dirección y afiliación difícilmente se darían las cifras de afiliación, que se van hacia arriba de manera acreditada, además también en cuanto a representación. Creo que la cosa es más compleja de lo que se pueda medir a simple vista. A mi no me resulta fácil llegar a una conclusión.

P. ¿No cree que unas posiciones tan definidas y críticas hacia el Estatuto de Gernika pueden retraer su crecimiento?

R. Aquí te estaría dando una opinión y prefiero ceñirme al libro, a los datos, a la propia historia, y ésta dice que el Estatuto completo es una reivindicación histórica de ELA, hasta que en 1997 se agota. En 1979, en el IV Congreso ELA ofrece un apoyo crítico al Estatuto, es decir hay una esperanza de que pudiera servir también para la construcción social de este país. Ya se detectaba con claridad que los aspectos sociales y laborales dejaban un hueco complicado. Es decir las posturas actuales no son nuevas. En 1980, ELA se posicionó contra la LOAPA. Entonces ya decíamos Estatuto bai, baina osoa ["Estatuto sí, pero todo"]. Ese análisis se culmina en el documento en Gernika, en octubre de 1997, cuando el sindicato reconoce que "hasta aquí hemos llegado". El Gobierno central cierra las transferencias y ELA responde de esa manera. Es decir hay una línea constante de demanda de completar el Estatuto, y la conclusión de que al final eso está agotado.

P. ¿Encuentra algún paralelismo entre la reciente historia de Euskadi y la de ELA?

R. Lo que veo es que muchos de los sofismas y tópicos que se manejan sobre este país dejan de tener entidad cuando una organización como ELA hoy, con el peso específico que tiene por afiliación y representación, se convierte en un punto de encuentro de muchísima gente de diferentes procedencias ideológicas. ELA es un crisol. Hay un afiliado que fue asesinado por ETA, José María Pedrosa, concejal del PP en Durango. A veces estas cosas pueden ser tergiversadas, pero en ELA este mestizaje ideológico se da con mucha naturalidad. Las cosas son complejas y positivas dentro de los problemas reales que se viven en este país, desde el ángulo laboral, y desde esta división que en muchos sectores es real, pero que en otros casos es más ficción que realidad.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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