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Reportaje:

El maratón de 'Macbeth'

La experiencia de intercalar funciones en catalán y castellano de un mismo espectáculo, contada por sus actores

No hace aún tanto tiempo, las compañías de teatro tenían un repertorio más o menos amplio que representaban a la carta o iban alternando de un día a otro, o incluso el mismo día. Los actores debían dominar tres o cuatro papeles de otras tantas obras y pasar de uno a otro casi de forma inconsciente. Actualmente eso no ocurre. Las compañías suelen limitarse a una obra por temporada; si se estrena en catalán, lo habitual es hacer gira por Cataluña y luego, en las pocas ocasiones en que se monta también en castellano, se hace la gira por España. Pero de vez en cuando hay experiencias (tímidamente) equiparables a las de las viejas compañías de repertorio. Como la vivida esta temporada por los actores de Macbeth, el montaje dirigido por Calixto Bieito: hoy en Valladolid, mañana en Sabadell, ahora en castellano y en catalán la siguiente función. Algunos intérpretes, además, intercalaban las representaciones de La ópera de cuatro cuartos.

"Más de una vez se ha empezado una función en una lengua equivocada"

Carles Canut, que interviene en ambos montajes, muestra cierta nostalgia cuando recuerda la época en que la doble función, y el doble o triple espectáculo eran moneda corriente. Claro que entonces, al menos durante sus primeros años, existía aún la figura del apuntador. Borís Ruiz, que también simultanea las dos obras, conoció todavía este oficio ya perdido, y todavía ríe cuando piensa en cómo los actores se arremolinaban en torno a la concha (así se llamaba la caja donde se ocultaba el oportuno chivato) para oír mejor sus indicaciones. Hoy no queda otro remedio que estimular la memoria y, aunque los actores sean perfectamente bilingües, deben adoptar ciertos métodos para optimizar los resultados.

Roser Camí, Lady Macbeth y novia de Makinavaja en La ópera, comenta el suyo: "Estuvimos ensayando Macbeth en catalán, estrenamos en esta lengua. Cuando, tras dos meses de función, llegó el momento de representarla en castellano volví a estudiarla de nuevo, como si fuera un texto distinto. No intenté traducir porque creo que es de locos; he visto algún caso en la compañía que lo ha hecho así y acabas hablando catalán con expresiones castellanas, y al revés". "Evidentemente, si lo que quieres es traducir al castellano una cosa que te has aprendido en catalán, no sale bien, de ninguna manera", remata Canut.

Hacer una gira que serpentea por dos territorios lingüísticos diferentes tiene ciertos riesgos, nunca graves. "A veces bromeamos: '¿hoy toca en castellano o en catalán?'. Y más de una vez se ha dado el caso de empezar la función en la lengua equivocada", reconoce Ruiz. "Después de un tiempo sin hacerla, si tienes que cambiar de idioma de una función a otra estás muy preocupado por no utilizar catalanismos", añade. "La concentración es fundamental", apunta Camí.

Hay otro rasgo interesante en la percepción que estos actores hacen de su trabajo en una u otra lengua. "La musicalidad en ambas es muy diferente. A mí Macbeth en castellano me parece mucho más fuerte, porque el sonido es más fuerte", asegura la actriz. Ruiz abunda en el tema: "A mí me cambia incluso el personaje. En castellano me sale un tío más ronco. La fuerza del vocabulario del personaje que me ha tocado a mí, creo que no es generalizable, es más bronco en castellano y más sensible en catalán. El idioma te lleva a modificar el personaje". Canut está de acuerdo en esta diferencia, pero la lee en dirección contraria: "Personalmente me resulta mucho más duro el catalán que el castellano, quizá porque el catalán del escenario no es el que utilizo habitualmente en casa".

El ejercicio lingüístico se suma al esfuerzo que, según afirman los tres actores, significa trabajar a las órdenes de Bieito, cuyos montajes exigen un gran esfuerzo físico a los intérpretes. "Este año hemos trabajado mucho, hemos ensayado Macbeth, la hemos estrenado para después salir de gira y, entremedias, ensaya como un loco para estrenar en el Grec La ópera de cuatro cuartos", dice Camí. "Además, Bieito genera tal expectación que cada actuación es casi un estreno. Cada vez pones una energía, una sobrecarga de tensión. Aún arrastro secuelas de agotamiento de toda esta temporada", concluye Ruiz. Concluida la gira de La ópera..., a los actores les quedan todavía una quincena de funciones de este maratón que ha sido Macbeth (en total habrán hecho 125 actuaciones, el 75% en catalán), la última de ellas en el Barbican Center de Londres el próximo mes de abril. Aunque para entonces quizá haya cuajado un proyecto que supondrá una nueva vuelta de tuerca para estos intérpretes: un espectáculo en inglés, con la mitad del reparto compuesto por actores británicos. "Si llega a hacerse nos tendrán que poner a alguien que nos ayude con el idioma, eso seguro", se sinceran.

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