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Crónica:A pie de obra | TEATRO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Bienvenido Mr. Hare

Marcos Ordóñez

Uno. No es la primera vez (ni será la última) que les hablo de David Hare, uno de los mayores dramaturgos británicos y uno de los menos conocidos en España. Dos de sus mejores textos, Amy's View y Skylight, se vieron aquí en montajes ni brillantes ni exitosos, que pasaron celéricamente por la cartelera, y el resto de su amplia obra parecía no interesar a nadie hasta que cayó en manos de Calixto Bieito, director artístico del Romea barcelonés, que para el primer trimestre del año ha organizado un verdadero festival Hare. Los actos se abren el próximo día 20 (hasta el 30 de marzo), con el estreno de un nuevo montaje de Skylight (Celobert, en versión de Joan Sellent), dirigido por Ferran Madico, que supone el esperado retorno a la escena del gran José María Pou, mano a mano con Marta Calvó y David Janer. Seguirá un ciclo de conferencias, lecturas dramatizadas de sus principales textos, y la muestra concluirá el 24 de febrero, con la visita de propio autor, para interpretar Vía dolorosa, el monólogo sobre el conflicto árabe-israelí, que estrenó en el Royal Court y luego presentó, con enorme éxito, en el Booth Theatre de Broadway.

Estilísticamente podría hablarse de una trilogía integrada por Skylight (1996), My Zinc Bed (2002) y The Breath of Life (2002): las tres son historias triangulares, cada una a su manera, y las tres conforman la cima de su evolución como dramaturgo progresista, la siempre difícil conjunción entre un "teatro de ideas" y una forma capaz de seducir a un público mayoritario. Perteneciente (con Howard Brenton, Trevor Griffiths y David Edgar, entre otros) a la llamada "generación del 68" (que no sólo es la fecha del Mayo francés, sino también el año en que desaparece la censura en el teatro británico), David Hare pronto deja atrás el radicalismo marxista de sus primeros trabajos en el seno de Joint Stock, la compañía más izquierdista del Reino Unido, para rastrear esa nueva forma que le permitirá hablar de conflictos sociales a través de dramas íntimos, equilibrando su visión crítica de la realidad con un naturalismo estilizado, sin pontificar ni considerar a los espectadores como masa catequizable. Tras Pravda (1985), una sátira feroz sobre la prensa sensacionalista, coescrita con Brenton, y The Secret Rapture (1994), donde lanza sus dardos hacia la "nueva ética" impulsada por Margaret Thatcher, se embarca en una investigación periodístico-teatral que durará cinco años, y que dará como resultado una imponente trilogía, en clave coral, sobre los "pilares" de la sociedad británica: Racing Demon (1990), sobre la vida de un grupo de sacerdotes en una parroquia de suburbio; Murmuring Judges (1991), en torno al Poder Judicial, y The Absence of War (1993), que retrata las interioridades de la campaña (y posterior derrota) de un candidato laborista, modelada sobre la debacle de Neil Kinnock.

Dos. La "segunda trilogía" de Hare abandona la coralidad para optar por la música de cámara. Skylight, quizá la más conmovedora de las tres, narra, a lo largo de una noche, la historia de dos amantes, Tom Sergeant y Kyra Hollis, que, queriéndose con locura, no pueden vivir juntos porque sus formas de ver el mundo son radicalmente opuestas. Destrozado por la muerte de su esposa, el empresario Tom vuelve a buscar a Kyra y no puede comprender que haya renunciado a su "brillante porvenir" para dedicar su vida a una escuela del gueto. Una obra "de debate", como se decía antes, pero en la que lo que se debate es el amor, la sociedad actual, y, en definitiva, la vida: lo que hacemos con la vida y lo que la vida hace con nosotros.

Otro empresario en crisis, Victor Quinn, un exrevolucionario que llega a convertirse en un magnate de Internet, es el eje de la formidable My Zinc Bed, la crónica de un extraño triángulo amoroso y una reflexión amarga sobre la naturaleza de las adicciones. Paul Peplow, un joven poeta en cura de desintoxicación, es "adoptado" por Quinn, criatura wellesiana con afanes mesiánicos, que ve en él a una perdida sombra de sí mismo y trata de devolverle el deseo por la vida a través de su propia esposa, Elsa, a la que rescató de la heroína, y con quienes construirá, a las puertas de la muerte, una inusitada familia.

Dos mujeres enamoradas del mismo hombre en distintas épocas forman el último triángulo del teatro de David Hare. En The Breath of Life asistimos a un nuevo e intenso debate: Madeleine Palmer, activista política en los años sesenta, retirada en la isla de Wight, recibe la visita de Frances Beale, una dama de clase alta, autora de un best seller, que dice buscar información para el próximo y resulta ser la esposa de Martin, el hombre a quien Madeleine abandonó, poco antes de que abandonara a Frances por una muchacha más joven. De nuevo, una larga noche en la que dos personajes de mundos antagónicos confrontan sus respectivas formas de entender el amor y la vida, reconstruyendo su pasado y su presente, y dibujando el elusivo perfil de un amor imposible. Tres grandes obras y una rara avis en los tiempos que corren: David Hare, un dramaturgo adulto que escribe para públicos adultos.

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