Testigos de la historia cotidiana

Si la famosa familia Alcántara de la serie de televisión Cuéntame cómo pasó fueran personas reales y si su historia se remontara al alborear de la Segunda República española, el popular culebrón realista se parecería al proyecto documental que, con el título de Adés i ara, se estrenará el domingo en Punt 2, el segundo canal de la televisión autonómica valenciana. Más de un centenar de protagonistas hasta ahora anónimos y procedentes de las diversas comarcas valencianas cuentan, a través de 26 capítulos y desde su personal e intransferible visión a pie de la historia, cómo ha evolucionado la vida cotidiana de los valencianos a lo largo cinco décadas del pasado siglo.

"La idea de Adés i ara es rescatar la memoria colectiva de toda una generación aprovechando nuevas tecnologías audiovisuales, pero sin olvidar la transmisión oral como medio de comunicación", explican los responsables de Malvarrosa Media, la productora que ha producido esta serie para Canal 9. Y tan oral es la metodología utilizada que la serie se desarrolla sin necesidad de voz en off, es decir, la voz de un narrador principal externo. "Los protagonistas se dan la voz unos a otros", aclara Joan Dolç, director de contenidos de la serie. Las 125 personas mayores participantes, lo suficientemente mayores para ser testigos de medio siglo de historia, fueron seleccionadas en un cásting que duró tres meses. "Casi tanto como el rodaje", ironiza Dolç, para añadir a continuación: "Se valoraba la capacidad de expresión, el hecho de que contaran cosas interesantes y cómo daban ante la cámara". A esta suerte de proceso selectivo se presentaron 350 candidatos de ambos sexos, pertenecientes a distintas clases sociales y de las distintas comarcas valencianas, tanto castellanohablantes como valencianohablantes. Esta primera toma toma de contacto permitió estructurar el proyecto en capítulos temáticos. El primero, que se emitirá el domingo, día 19, a las 20.45 aborda la evolución de la natalidad: el paso "de tots els fills que Déu volguera al control de la la natalidad", o de la práctica de parir en casa al hábito de hacerlo en la clínica, etcétera. Otros episodios se centrarán en los juegos de la infancia, la evolución de las relaciones de vecindad, la mili, la lucha por la supervivencia, la evolución de la moda, la sexualidad o las formas de diversión, por citar algunos de los argumentos de la vida cotidiana desmenuzados capítulo a capítulo. Todo ello, explicado en primera persona sobre la base de extensas entrevistas que abordaron el ciclo vital de cada una de las personas participantes. "A mí lo que, particularmente me ha sorprendido", subraya Joan Dolç, "es la tremenda capacidad de verbalización de las personas con que nos hemos encontrado". Los encargados de Adés i ara destacan, asimismo, la colaboración activa de sus protagonistas, alguno de los cuales no podrá verse en la televisión al haber muerto antes de la emisión de la serie. "En su mayoría, son personas a las que les abrías una ventana y les ofrecías una oportunidad de expresarse que jamás habían tenido". Cuentan, por ejemplo, que una de ellas tuvo un infarto antes del rodaje y a pesar de ello hizo todo lo posible para conseguir estar en la grabación.

Por distintas razones, el proyecto es atrevido. Una de ellas, y no la menos importante, es que, aun tratándose de televisión, el peso de lo que se cuenta recae sobre la palabra y quién la pronuncia. Se ha introducido también material fotográfico de época, a menudo personal; fragmentos de películas en sintonía con lo que se cuenta, como Del rosa al amarillo, o documentos aportados por estos singulares testigos de la historia cotidiana. Pero no se ha querido dramatizar nada, en aras de la autenticidad. "En todo caso", puntualiza Joan Dolç, "hemos querido que no se quedara en algo testimonial, y los protagonistas de la serie saben establecer el contrapunto con lo que pasa en la actualidad". El guión de Adés i ara es de Josep Maria Maria Domingo y la realización, de Jaume Bayarri.