Isaac Viciosa fue el más rápido de los 3.000 participantes en la carrera urbana

La fiesta de San Antón no tendría sentido en la capital jiennene sin la tradicional carrera atlética que precede a las luminarias. La Carrera Urbana Noche de San Antón cumplió ayer 20 años de vida, dos décadas donde no sólo ha crecido en cantidad sino también en calidad. Tanto es así que la prueba figura por derecho propio en el calendario internacional de la Federación Española de Atletismo y está considerada una de las cinco más importantes del país, en palabras del concejal de Deportes jiennense, Gustavo Martínez.

En la carrera de ayer participaron 3.000 corredores, de los que 1.200 compitieron en la prueba infantil de algo más de tres kilómetros. El resto, unos 1.700, lo hicieron en la prueba reina, nueve duros kilómetros por las empinadas calles del centro de Jaén.

El vencedor en la categoría senior fue el atleta Isaac Viciosa, último vencedor de la San Silvestre vallecana, quien se impuso a otras primeras figuras nacionales y mundiales, como Alberto García, campeón de Europa en 5.000 metros; Chema Martínez, campeón europeo en los 10.000; José Ríos, medalla de bronce en el Europeo de 10.000 metros; Fabián Roncero, bronce en el Campeonato de Europa de Cross; o el campeón olímpico en Barcelona 92 Fermín Cacho, muy querido en Jaén por ser la tierra de su esposa. En la categoría femenina la vencedora fue la atleta portuguesa Carla Sacramento. En total, participaron corredores de ocho países y de 13 provincias españolas.

Pero más allá del aspecto competitivo, la Carrera de San Antón destaca por su carácter popular (se inscribieron hasta 73 clubes diferentes de atletismo) y la implicación del público, que creó un itinerario mágico con las 2.500 antorchas que repartió la organización. En Jaén, correr la San Antón es toda una tradición que se va heredando de padres a hijos. Desde muchos meses antes de la celebración de la prueba -que atrae también a corredores de otros municipios jiennenses- son muchos los aficionados a los que se ve familiarizándose con el duro itinerario en medio del asfalto y del caos circulatorio de la capital jiennense.