El Rayo no sabe jugar contra diez
El Mallorca se lleva la victoria de Vallecas pese a estar 35 minutos con uno menos
Un chollo esto de jugar con uno menos en Vallecas. Le ocurrió al Sevilla hace dos jornadas y se llevó la victoria. Le ocurrió ayer al Mallorca y se repitió la historia. Por lo visto, es el Rayo el único equipo del mundo al que le perjudica la expulsión de un jugador rival. Extraño asunto.
Cierto que el césped de Vallecas, de por sí indecente, se convierte en estos tiempos de frío y heladas en una pista de patinaje. Pero en peores plazas han toreado ambos conjuntos, por lo que nada justifica el horror que fue la primera parte. Todo ocurrió en la segunda, a toda prisa, cuando una expulsión, un error de Etxeberria y un chutazo de Ibagaza dictaron sentencia. Por partes: se precipitó Poli en aquella jugada que nada anunciaba, con Azkoitia remontando la banda derecha, pero le entró abajo, torpemente. Vio la amarilla, claro, que era la segunda. En el consiguiente saque de falta, Bolic, pese a que Manzano había sembrado su equipo de centrales, cabeceó picado y el balón se fue dentro.
RAYO 1 - MALLORCA 2
Rayo Vallecano: Etxeberria; Mario, De Quintana, Mainz, Graff; Helder (Camuñas, m. 81), Azkoitia; Julio Álvarez, Mora (Peragón, m. 46), Míchel; y Bolic (Bolo, m. 73). Mallorca: Leo Franco; Campano, Nadal, Lussenhoff (Mikel Soler, m. 64) , Niño, Poli; Novo, Harold Lozano, Riera (Carlos, m. 75); Ibagaza (Marcos, m. 87); y Pandiani. Goles: 1-0. M. 56. Julio Álvarez saca una falta y Bolic cabecea picado. 1-1. M. 71. Pandiani cabecea, el balón da en un poste y, de rebote, se le escapa a Etxeberria. 1-2. M. 84. Tiro de Ibagaza al palo, Carlos recoge el rechace y marca. Árbitro: Pérez Pérez. Expulsó por doble amonestación a Poli (m. 55). Amonestó a Graff, De Quintana y Lussenhoff. Unos 13.000 espectadores en Vallecas.
Ese gol, con el Mallorca en inferioridad, apestaba a definitivo. Además, ya por entonces Míchel había dejado de vivir encadenado a la banda. Iba éste por libre y el Rayo vivió sus mejores momentos. Pero llegó la pifia de Etxeberria, que mandó dentro de forma lastimosa aquel cabezazo suave y tontorrón de Pandiani.
Podía considerarse un magnífico resultado aquel empate, pero Manzano fue valiente y puso en escena a Carlos. Y, como nunca es tarde, apareció Ibagaza para lanzar al palo un disparo cuyo rechace aprovechó el recién llegado Carlos. Jugaba con 10 el Mallorca, sí; y con 11 el Rayo. Como si no. Cuando este equipo, el vallecano, se empeña en perder, no hay quien le pare.
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