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Ida de los octavos de final de la Copa del Rey | FÚTBOL

La amenaza del 'frigorífico'

Solari, excluido para la Copa, negocia su traspaso al Inter ante el riesgo de no jugar en el Madrid

Diego Torres

Santiago Solari se metió en un problema por ser el perfecto jugador número 12 del Madrid durante la temporada pasada. Su padre comenzó ayer las negociaciones para cerrar su traspaso al Inter de Milán, un club en el que nunca quiso jugar y que, además, no le quiere pagar lo mismo que gana en el Madrid. Si se queda, corre el riesgo de pasar por la prueba del frigorífico: no ir convocado ni a los partidos de Copa, como el que se juega hoy en Terrassa, del que ha sido excluido. El Frigorífico, que así se conoce en el vestuario de Chamartín la pena, es una situación que podría afectar a Solari si decidiera quedarse hasta el 30 de junio, cuando terminará su contrato.

"Santi es un jugador ejemplar en lo personal y lo deportivo. Pero, con todo el respeto para él, creo que con su marcha no se debilita la plantilla", dijo ayer Vicente del Bosque, el entrenador, antes de asumir la importancia de los intereses del club. Tanto ha cumplido Solari el reglamento interno del Madrid -el célebre Libro Azul, especie de decálogo- que los técnicos de la cantera colgaron algún recorte de periódico con sus declaraciones en la pizarra del vestuario del equipo de Segunda B como modelo.

Nada de esto sirve para retener a Solari y así se lo comunicó Jorge Valdano por mandato expreso de Florentino Pérez, el presidente, en cumplimiento del pacto que cerró con el Inter. En virtud de esta transacción, el 31 de agosto pasado, el Madrid se comprometió a traspasar a Solari al club italiano en concepto de pago por el fichaje de Ronaldo. En caso contrario, debería abonarle diez millones de euros en efectivo.

Solari vive su paradoja con tristeza. Se siente querido por sus compañeros y por su técnico, ha comenzado a construirse una casa en Madrid y su novia estudia en la Universidad Complutense. Se siente arraigado al club. No quiere marcharse y la propuesta del Inter es flaca: Massimo Moratti, su presidente, le ha ofrecido un sueldo fijo que no supera el que tiene firmado con el Madrid. Para sobrepasarlo debería alcanzar una lista de objetivos: partidos jugados, goles marcados, títulos... Es el tipo de contrato restrictivo que han firmado Cannavaro, Crespo o Almeyda, los últimos fichajes.

En el Madrid, la política de los Zidanes y Pavones juega en contra de Solari. Florentino Pérez, padre de la tesis, no está dispuesto a pagar fichas de 1,5 millones de euros por empleados que no sean estrellas mediáticas. El puesto de Solari, como ya ha dicho Valdano, lo puede y lo debe ocupar un canterano, se llame Raúl Bravo o Álex Pérez. Del Bosque ya avisó ayer de que "el proyecto de Zidanes y Pavones a veces excluye a jugadores como Solari, que cierran el paso a un futbolista internacional como Raúl Bravo".

En el Madrid lo que importa es equilibrar presupuestos. Ahora Solari, de 26 años, debe comprender que incluso los empleados modélicos deben someterse al rigor presupuestario. Cerró la temporada pasada como titular del campeón de Europa, en Glasgow. Comenzó este curso como suplente de Cambiasso y teme que, si no coopera con los intereses del club, lo termine como suplente del suplente, por detrás de Cambiasso, Flavio, Raúl Bravo y Álex Pérez.

Solari, durante un partido con el Madrid.
Solari, durante un partido con el Madrid.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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