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Un nuevo accidente que pone en evidencia los controles del tráfico marítimo en Europa

Anoche eran cinco las balizas que en teoría señalizaban la presencia del Tricolor, pero eso no impidió el choque del Vicky. Pero esta vez no se trataba de un pequeño carguero vacío, sino de un buque de gran tonelaje y cargado con 70.000 toneladas de gasóleo. El accidente de ayer, cuyas consecuencias ecológicas aún no están claras, aunque los primeros indicios no apuntan hacia el catastrofismo, pone en evidencia otra vez el problema de la circulación de 400 buques mercantes al día por las aguas del canal de la Mancha, pero también da aún más realce a la preocupación de los ciudadanos europeos por las condiciones de seguridad del transporte de materias contaminantes y peligrosas. El precedente del Prestige no parece haber hecho extremar la seguridad en el transporte marítimo en la costa europea.

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