Fiestas y precaución para recibir el año nuevo
Las medidas de seguridad en muchas ciudades del mundo no empañaron las celebraciones
Un año más, ciudadanos de todo el mundo se lanzaron a celebrar la llegada del nuevo año a las calles, a pesar de las excepcionales medidas de seguridad desplegadas en algunas capitales debido al temor de atentados terroristas.
En Nueva York, medio millón de personas se reunieron en torno a Times Square rodeados por cientos de policías, incluidos tiradores de élite apostados en lugares estratégicos. El acontecimiento transcurrió sin incidentes y los neoyorquinos celebraron con el típico bullicio el tradicional descenso de la bola de cristal de la plaza que señala la entrada del año 2003.
En París se concentraron 200.000 personas, flanqueadas también por decenas de policías, en alerta después de que el pasado sábado fuera detenido un mozo de equipajes del aeropuerto parisino Charles de Gaulle con explosivos y armas en su coche.
Londres vivió una de las Nocheviejas más aburridas que se recuerdan, ya que no hubo ningún acto organizado para que el público celebrara colectivamente la entrada en 2003. Apenas 20.000 ciudadanos se congregaron en los alrededores de la plaza del Parlamento para escuchar en directo las campanadas del Big Ben. El cambio de año no pudo celebrarse en la plaza de Trafalgar, ya que está en obras. Edimburgo desbancó a Londres en las preferencias de los británicos, con casi 100.000 personas celebrando la entrada del nuevo año al son de la música de Tom Jones.
En Sidney, medio millón de espectadores se congregaron en torno a su bahía para ver el espectáculo pirotécnico, que concluyó con un mensaje especial, al plasmarse el símbolo de la paloma de la paz sobre el Puente Metálico de esta ciudad australiana, en recuerdo de los 88 australianos que murieron en el atentado de Bali del pasado 12 de octubre.-
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