La falta de guardias convierte a Fontcalent en la cárcel española que acumula más evasiones
La asociación de agentes pide que se duplique la dotación para vigilar el recinto
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (Augc) denuncia que la prisión alicantina de Fontcalent arrastra un déficit de 25 agentes para garantizar una total seguridad y reducir el alto número de fugas. Fontcalent es, según el sindicato, la prisión que acumula el mayor número de huidas de presos de todas las cárceles españolas, a causa de las obsoletas instalaciones y de la escasa plantilla que controla la entrada y salida del personal al recinto. La prisión registra una media de al menos ocho evasiones anuales, si bien la mayoría es por quebrantamiento de condena.
La fuga más rocambolesca la protagonizó el recluso Pedro Ruiz, en agosto de este año. Encarcelado en febrero de 2002 por abrasar supuestamente a su ex novia con salfumán, Pedro aprovechó el horario de visitas para introducirse en un contenedor de basura y huir camuflado en el interior del camión de recogida de residuos. La facilidad con la que este recluso eludió el cerco policial puso en cuestión los dispositivos de seguridad de la cárcel alicantina.
Actualmente, 24 agentes, adscritos a cuatro turnos diarios, se encargan de las labores de vigilancia y de control de la prisión de Fontcalent, según el portavoz y secretario provincial de la Augc, Manuel Martínez. La labor de los guardias es supervisar el personal que entra y sale en las instalaciones cada día, así como prestar colaboración, en caso de ser requerida por los funcionarios del presidio, en el supuesto de registrarse un motín.
La Augc asegura que Fontcalent es una de las cárceles del ámbito nacional que más evasiones de internos registra. "Es una de las más fáciles para fugarse", apostilla Martínez. No obstante, fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias señalaron ayer que desde 1996 el número de huidos en Fontcalent es de tres presos. Los sindicatos cuestionaron este dato oficial.
El principal motivo de las evasiones es, según la Augc, el déficit de agentes, unido además a unas obsoletas instalaciones. El sindicato de guardias civiles considera que la plantilla es insuficiente para garantizar una total seguridad, y estima imprescindible un incremento de un 100%, hasta alcanzar la cifra de 50 agentes. Las instalaciones de la prisión alicantina datan de la década de los ochenta, pero desde su entrada en funcionamiento las inversiones en modernizar y remozar las dependencias son nulas, según la organización. El sindicato critica las condiciones de insalubridad de las seis garitas en las que trabajan los agentes, sometidos además a largas jornadas de trabajo. Martínez señala que la reducida plantilla obliga a los guardias a realizar, en ocasiones, un máximo de 25 horas extras mensuales, con una retribución tope de 150 euros. Ante el limitado número de agentes, el servicio de escolta para trasladar a los reclusos a los juzgados es realizado por personal adscrito a los puestos de Calp y Santa Pola. Esta solución, según la Augc, "está dejando a estos municipios sin patrullas". La situación "calamitosa" de los agentes ha sido denunciada por estos profesionales en multitud de ocasiones e, incluso, fue trasladada al Defensor del Pueblo.
Por otro lado, la diputada socialista en las Cortes Valencianas Josefa Andrés denuncia que los niveles de hacinamiento de las cuatro cárceles valencianas -Castellón, Picassent, Fontcalent y Villena- son superiores a las del resto del país. El número de reclusos alcanzó durante este verano los 5.190, lo que representa un incremento de un 40%, según datos aportados por Josefa Andrés. La construcción de un quinto presidio, el Centro Penitenciario de Alicante II, ubicado en Villena, permitió reducir los niveles de ocupación de Fontcalent, si bien la solución ha sido coyuntural en tanto que esta cárcel ha recuperado sus niveles de ocupación, de alrededor de 900 presos.
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