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Reportaje:

Clase de escritura

Canal + sigue a Mario Vargas Llosa mientras se documenta para 'El paraíso en la otra esquina', su próxima novela

Paul Gauguin (1848-1903) no conoció a su abuela, Flora Tristán (1803-1844). Pero los destinos de uno y otra iban a estar marcados por un mismo ideal, la utopía. Para el pintor, el sueño de una sociedad donde la belleza fuera patrimonio de todos; para la agitadora y feminista, el de una mujer libre en un siglo, el XIX, injusto y discriminatorio para ellas. Las cámaras de Canal + siguieron al escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa mientras se documentaba para escribir El paraíso en la otra esquina, una novela que recrea las dos historias que, "aunque nunca se tocan, terminan por confundirse", como ha explicado el autor de La fiesta del Chivo.

El director colombiano Mauricio Bonnett trabajaba en una biografía del creador de Pantaleón y las visitadoras cuando, a finales del año pasado, Vargas Llosa tuvo que parar la grabación. Necesitaba escarbar en Gauguin y su vida en Tahití. Un destino muy goloso como para apagar la cámara. La excusa argumental que echó a rodar con el apoyo de Produce +, la productora de televisión de Sogecable: seguir los pasos de un novelista mientras recoge los mimbres con los que armar una novela. Cuatro o cinco semanas en Tahití, con salto incluido a las islas Marquesas (donde murió el pintor en 1903), marcan el inicio de una aventura que Canal + estrenará a finales de marzo, coincidiendo con el lanzamiento mundial de El paraíso en la otra esquina (Alfaguara). Arequipa (Perú), Francia -París, Bretaña, Arlés (testigo de las más que diferencias entre Gauguin y Vincent van Gogh, que en su presencia se corta la oreja)- y Londres no faltan en la lista de escalas del viaje que comienza en los Mares del Sur.

Toda una expedición con el autor y su troupe. Vargas Llosa, su esposa, Patricia, su hija, Morgana, fotógrafa, y el equipo de un documental "que se hizo al revés", confiesa Bonnett. Se grababa y, en las pausas impuestas por los compromisos del premio Cervantes, el director y guionista "leía y descubría las claves" en unas vidas de abuela y nieto "marcadas por la utopía, una política y otra artística", coincide con Vargas Llosa, "y la búsqueda del paraíso".

Vida inventada

El reportaje, "más objetivo que la novela" -el autor ha reconocido su dificultad a la hora de hablar de Flora Tristán, "para no contar todo lo que he ido inventando a su vida"-, alterna, como en la estructura de ésta, las vidas de la feminista y del pintor posimpresionista y precursor del fauvismo. Primero hay que despojar el pasado de su parte de leyenda. Las dificultades surgen ya en la primera etapa. Tahití se ha convertido en un parque temático donde Gauguin es un producto exportable de mercadotecnia.

Vargas Llosa no presenta el documental; momentos seleccionados de largas entrevistas con el autor de La ciudad y los perros -"cinco horas estuvimos hablando en París", recuerda el director- sirven de hilo conductor del relato. "Vamos con él", resume Bonnett, quien aspira a descubrir claves en el proceso creativo del novelista. Vargas Llosa es, ante todo, un trabajador disciplinado: por la mañana se documenta, apunta en la pequeña libreta que le acompaña allá donde va. Por la tarde escribe. El capítulo que toque. Porque una cosa es rebuscar en el pasado y otra convertirse en notario. "No quiere verlo todo". Vargas Llosa defiende su carácter fabulador. "Si deja de trabajar, pierde el hábito", le ha confesado el autor de Conversación en la catedral a Bonnett, que asimismo se ha sorprendido por "su poder de concentración absoluto".

La biografía de Vargas Llosa encargada por un productor brasileño hace ya más de un año descansa mientras Mauricio Bonnett comienza el montaje de su documental. A principios de enero desembarca en Madrid, pendiente de que la imprenta comience a empaquetar ejemplares de El paraíso en la otra esquina: "Me gustaría terminar el reportaje con el libro saliendo de los talleres", confiesa. También entretiene la espera con la ilusión de conocer la suerte (ha alcanzado las semifinales de los Premios Emmy Internacional 2002) de otra de sus creaciones: Los hijos del sol, producida y dirigida por Marcela Cúneo y con guión del propio Bonnett. Recrea la historia de aquellos inmigrantes japoneses que llegaron a Perú y Brasil arrastrando sus sueños de una vida mejor. Más utopía.

Mario Vargas Llosa, en su estudio.
Mario Vargas Llosa, en su estudio.REUTERS

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