Los criadores de pollos mantienen la huelga, que ya ha cumplido 15 días

Los granjeros criadores de pollos para las grandes empresas integradoras han reclamado la mediación del Ministerio de Agricultura para la negociación de un contrato marco por el que se les garanticen unos ingresos mínimos rentables por su actividad. Esta petición ha sido planteada desde la Unión de Pequeños Agricultores y la Plataforma Avícola Estatal, que mantienen una huelga indefinida por este motivo en miles de granjas desde el pasado 19 de diciembre.

La producción de pollos en España se realiza por el llamado sistema de integración en unas 5.000 granjas, que funciona con dos partes. De un lado se hallan las grandes empresas que proporcionan pollos de unos días, piensos y el 50% del coste de los medicamentos a los granjeros o criadores, que ponen su trabajo e instalaciones a cambio de una cantidad fija por animal.

Aunque existen contratos entre integradores y los granjeros donde se fijan las condiciones contractuales, la realidad, según denuncian los criadores, es que se trata de una relación de poder desigual que está llevando a las granjas a la ruina. Frente a unos costes mínimos por la crianza de 0,09 euros por kilo producido, los granjeros están percibiendo solamente 0,11 céntimos de media, situación que se considera insuficiente.

Para tratar de ordenar el sector, hace un año, integradores y granjeros, con la presencia del Ministerio de Agricultura, suscribieron un acuerdo marco por el que se contemplaba el desarrollo de varios acuerdos. Entre esos compromisos figuraba la negociación de un acuerdo marco estatal por el que se garantizase a todas las granjas unas compensaciones mínimas rentables para seguir en la actividad. De acuerdo con ese compromiso, rubricado también por la Administración, los granjeros reclaman en este momento la mediación de Agricultura para que se cumplan los acuerdos adoptados en su día.

Enfrentamiento

Frente a esa posición, los integradores rechazan avanzar en esa dirección y en el Ministerio se reconoce la dificultad de covencer a los grandes grupos para llegar a esos compromisos. Con motivo de la actual huelga de granjeros, las organizaciones convocantes denuncian la existencia de presiones desde los integradoras para terminar con las protesta.

La medida de presión más generalizada es advertir que en el futuro no se entregarán más animales para su engorde. Ante esa postura, los granjeros señalan preferir cerrar las naves por falta de pollos para engordar que tener que cerrar arruinados, como se hallan hoy debido a la política que impera en el sector.