Reválida en París
El atletismo español, que tan espectacularmente compitió en los campeonatos de Europa de Múnich 2002, deberá mostrar sus verdaderos límites en los Mundiales de agosto en la capital francesa
Como un escalón más en una ascensión que parece no tener fin para el nuevo atletismo español, llega en agosto, y en París, el campeonato del Mundo. Antes fueron Budapest 98, Sevilla 99, Sydney 2000, Edmonton 2001 y Múnich 2002. Después será Atenas 2004, fin de ciclo; y después, lo que venga. En Múnich, el pasado agosto, en los campeonatos de Europa, los atletas españoles alcanzaron un tope que hasta parece exagerado analizado cuatro meses después, y que hasta podría parecer un techo, la cima de una generación. En París se probará.
En la capital francesa, el atletismo mundial vivirá atento a un posible duelo Montgomery-Greene, el joven y el viejo, los dos últimos plusmarquistas mundiales de los 100. O especulará sobre posibles o imposibles rivales para Marion Jones o Hicham el Guerruj o sobre los límites espectaculares de la nueva reina del fondo, Paula Radcliffe, los dominadores indiscutibles de sus pruebas. O se entristecerá un año más por la desolación de los 400 metros desde que se fue Michael Johnson. Mientras, los atletas españoles que arrasaron en los Europeos tendrán una reválida para medir la verdadera extensión de su éxito.
En Múnich, sin africanos (o sólo con los africanos nacionalizados de Francia), el fondo español ganó el 3.000 obstáculos (Penti), el 5.000 (Alberto García) y el 10.000 (Chema Martínez). En esas tres pruebas, en el Mundial de Edmonton 2001, los españoles ya habían sido los mejores después de los africanos, y se quedaron rozando el podio detrás de etíopes, kenianos y marroquíes. Entonces ya anunciaron que cada vez estaban más cerca de África. Les llegó el momento de probarlo. A ellos y a Luismi Berlanas y José Ríos (bronce ambos en Múnich).
En París, también Yago Lamela (longitud) y Reyes Estévez (1.500) pondrán a prueba su capacidad de resurgir; Manolo Martínez (peso) y García Bragado (marcha), su regularidad; Mario Pestano (disco), David Canal (400), Mayte Martínez (800), Concha Montaner (longitud) y Antonio Reina (800), su margen de progresión; Paquillo Fernánez, su increíble calidad ante los mismos rivales de los Europeos (Burayev y demás rusos) más mexicanos y ecuatorianos; y Fabián Roncero, su capacidad para liderar una nueva edad de oro del maratón español.
Marta Domínguez también correrá. La atleta palentina fue la única medallista española en carreras de pista en Edmonton. Fue plata en 5.000 detrás de la polémica rusa Yegorova. En 2002, ganó los Europeos, lo que no es poco en una prueba en la que Europa siempre ha mandado. En París, seguramente, se producirá su apoteosis. Madera y corazón para ello tiene.
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