Fairport Convention cumplen 35 años de puro 'folk' con tres discos

El 27 de mayo de 1967, en una iglesia de Golders Green, los jóvenes y talentosos Simon Nicol y Richard Thompson empuñaban por primera vez sus guitarras bajo un lema: "Una conversión masiva a Fairport Convention". La vertiente terruñera del rock británico asomaba la cabeza con un discurso más apegado a la tradición en mitad de la explosión más creativa del pop.

Treinta y cinco años después, ha habido que anotar deserciones, altibajos y algunas notables tragedias personales, pero los Fairport Convention se mantienen en activo y con buen tono muscular. Tres lanzamientos discográficos conmemoran ahora, de forma simultánea, la feliz efeméride: una caja de cuatro volúmenes, Fairport Unconventional, con 72 piezas y cinco horas de música; un doble álbum en directo, Before the moon, registrado en Denver en 1974, y un nuevo disco en estudio, XXXV, estrenado este verano en el festival de Cropedy.

La de Fairport Convention es la historia de un sobresalto permanente. A fecha de hoy, por la banda han desfilado once guitarristas, once vocalistas de ambos sexos, seis violinistas, siete baterías, cinco responsables de los teclados y sólo dos bajistas. "Sus cambios de formación han sido siempre tan sonados como los de los Byrds", sentencia el investigador Nigel Schofield, autor del apabullante libreto (168 páginas) que acompaña a Fairport Unconventional.

Dice Colin Irwin, otro importante cronista musical británico, que el folk-rock de los últimos años sesenta "encajaba con el arquetipo de esos tipos barbudos y gorditos que cantan con voz nasal mientras se acercan la mano a la oreja". Fairport Convention fue, junto a Steeleye Span (también en milagrosa fase de rejuvenecimiento) y Pentangle, la formación esencial de esta corriente.

El hoy venerado quinteto puede presumir de antiguos integrantes como el mismo Richard Thompson (compositor y guitarrista excepcional), el alabado violinista Dave Swarbrick, el cantante Ian Matthews o la añorada Sandy Denny, acaso la primera gran dama del folk británico. Su trágico fallecimiento, tras caerse escaleras abajo el 21 de abril de 1978, con sólo 31 años, truncó una carrera brillante.