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LA VENTANA DE MILLÁS

La madre de mi amigo

El día que robé las bragas de la madre de mi mejor amigo dejamos de ser amigos. Estaba en su casa. En un momento me marché de la habitación en la que estábamos jugando y me excusé diciendo que iba al aseo. Doblé la esquina, crucé el pasillo y entré en la habitación de su madre. Abrí el primer cajón y allí no estaban. Abrí el segundo y me quedé con unas rojas. Encima de la mesilla había una foto de su marido, vestido de militar. Mientras removía el cajón, el militar me miraba con un gesto de indiferencia que me asustó. Cerré el cajón y me metí la braga en el bolsillo. Al salir de la habitación, su padre entraba a la casa. Nos cruzamos en el pasillo. Nos miramos. La misma mirada que la de la foto. No nos dijimos nada. Al día siguiente, Tomás, mi amigo, llegó al colegio diciendo que no quería jugar más conmigo.

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