Pujol y Maragall chocan en la evaluación del resultado de la financiación autonómica

La decana del Colegio de Periodistas, Montserrat Minobis, expresó ayer al presidente del Gobierno catalán, Jordi Pujol, la incomodidad de los profesionales de la información con el modelo de organización y control de la radiotelevisión pública. En el almuerzo de Navidad que el presidente ofrece cada año a los periodistas en el Palau de la Generalitat, Minobis pidió a Pujol que el nombramiento del director general de la corporación que engloba a TV-3 y Catalunya Ràdio "deje de ser competencia del Gobierno".

La demanda de Minobis enlazaba con uno de los asuntos que ha sido objeto de fuerte debate político durante la presente legislatura, el control de los gobiernos sobre la radiotelevisión pública catalana. Señaló que la creación del Consejo del Audiovisual de Cataluña ha sido un avance, pero lo consideró insuficiente porque no afecta a una de las cuestiones clave en el control político de los medios públicos: la facultad del Gobierno de la Generalitat de nombrar al director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV).

La respuesta de Pujol fue defender la situación actual, en la que el Parlament nombra al Consejo de Administraciòn y el presidente de la Generalitat designa al director general. Aseguró que a su juicio el Gobierno que preside es "uno de los más abiertos y liberales" en esta materia y de los que ha creado "más instrumentos de control". Mostró su convicción sobre la comparación con otras comunidades autónomas o con el Gobierno central, tanto si lo dirige el PP como el PSOE: "Nos es absolutamente favorable".

La de ayer era la última ocasión en la que Pujol presidía el ya tradicional almuerzo que la Generalitat ofrece a los periodistas. El propio Pujol lo subrayó: "Voy retirándome", dijo a los 300 asistentes, entre los que se encontraban los directores de los medios de comunicación. Por esta razón, señaló sobre cualquier modificación en la situación actual: "Tendrán que planteársela a mi sucesor".

Minobis había expuesto la semana pasada ante los principales dirigentes socialistas, también en ocasión de una cena con motivo de la Navidad, los mismos planteamientos que ayer defendió ante Pujol. Expresó en ambas ocasiones la solidaridad de los profesionales de la información catalanes con los periodistas gallegos que han denunciado las trabas puestas por la televisión autonómica de Galicia para informar sobre la catástrofe del Prestige. Y, como ayer, hizo extensiva su petición sobre el director general de la CCRTV a "todos los medios públicos dependientes de otros gobiernos estatales o municipales". Ayer pidió también a Pujol la concesión de la Creu de Sant Jordi al periodista Josep Pernau, ex decano del colegio que recientemente fue objeto de un homenaje.

Pujol tomó pie en unas palabras del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy para subrayar la importancia de los medios de comunicación en la formación de la opinión pública. "Ya que es la última comida de Navidad con la prensa", dijo, "disculpen los posibles fallos que haya podido haber en la relación con ustedes".

El presidente destacó que los políticos son quienes asumen más responsabilidad pública con sus compromisos, que esto les somete "al juicio de los medios de comunicación" y que sufren las consecuencias de su "gran eco". Y "sin ánimo de queja" abogó para que haya "mutua comprensión" entre los políticos y los periodistas.

Pujol reiteró en este almuerzo con los periodistas las principales ideas que había formulado horas antes en una rueda de prensa convocada para presentar el balance del tercer año de la legislatura autonómica. Una de ellas es que su actual ocupación es "pensar en 2010 más que en 2003" y en la "táctica electoral" o los "titulares de cada día". Esto último es, dijo, la ocupación del conseller en cap, Artur Mas. Esto no le impidió, sin embargo, realizar una cerrada defensa del pacto sobre financiación autonómica alcanzado con el Gobierno del PP. Es lo que permite al Gobierno de la Generalitat, agregó, "aumentar este año los fondos que destina a políticas de ayuda a la familia, a crear grandes centros de investigación, a emprender la construcción de la línea 9 del metro y a asumir nuevas responsabilidades en la Fira de Barcelona".

La otra idea reiterada por Pujol fue que su Gobierno ha superado ya casi toda la legislatura sin pagar, según él, coste político alguno a sus aliados del PP. "Recuerden que algunos decían que este Gobierno iba a durar seis meses", afirmó en tono irónico refiriéndose al líder de la oposición socialista, Pasqual Maragall.

Pero estar al margen de la "táctica electoral" no le impidió cerrar la rueda de prensa con un fuerte ataque al Ayuntamiento de Barcelona por no reclamar más abastecimiento de agua, es decir manifestarse en contra del trasvase del Ebro. Alcanzar la alcaldía de la capital catalana es cronológicamente el primer gran reto electoral que se plantea CiU. "Barcelona ha perdido 250.000 habitantes y mucha industria", dijo, "y si tiene ganas de ser responsable de tantas cosas ha de cuidarse de que haya disponibilidad de agua, tanto en su término como en el área metropolitana", afirmó.