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Reportaje:RUTAS URBANAS

Un gran reencuentro con Málaga

El estilo decimonónico de la urbe andaluza, paso a paso

A las tres cosas que, según la canción, hay en la vida -salud, dinero y amor- habría que añadir otra que es fundamental para rozar la felicidad: el buen tiempo. Placeres como poder bañarse en pleno otoño echaron a perder a Málaga en los años sesenta y setenta, los del desarrollismo salvaje. Pero la ciudad se recuperó en los noventa y ha aprendido que puede fusionar los goces del cuerpo y del espíritu. Málaga se prepara ahora para protagonizar otro boom, pero esta vez desde la cultura. El nuevo Museo Picasso, que ocupará el palacio de Buenavista, se inaugurará en octubre de 2003 con nada menos que 204 obras del genio.

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Una aproximación

A vista de pájaro, la ciudad resulta más abarcable. "Intermedia en los aires", que decía de ella Vicente Aleixandre. Por eso, el mejor lugar para comenzar una visita es el castillo de Gibralfaro, un recinto defensivo de la época islámica (siglo XI) que se visita junto a la alcazaba y al que se llega en autobús (línea 35, desde el paseo del Parque) o en coche. Lo mejor del castillo no es lo que queda de él, sino las vistas que ofrece sobre la bahía. Pinos, albero de la plaza de toros de la Malagueta, mar, faro, muelle y, con suerte, bandadas de gorriones que hacen auténticas coreografías para robar el grano que se descarga en el puerto. Además, el espectáculo puede prolongarse con una comida o un simple café desde la terraza del parador Málaga-Gibralfaro (restaurante con menú del día durante toda la semana por 25,72 euros. Teléfono: 952 22 19 02).

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Para poner los pies en el suelo

No hay mejor sitio para aterrizar que el verde colchón del Parque. Un verdadero jardín botánico del siglo XIX repleto de especies tropicales y subtropicales que, como no podía ser menos, en Málaga no necesitan la protección de un invernadero. El Parque, que comenzó a plantarse en 1897 sobre terrenos ganados al mar, tiene sus propios habitantes, desde los patos hasta los vendedores de biznagas, una rama seca en la que se insertan jazmines naturales que se ofrece pinchada en la penca de una chumbera o, no todo es poesía, en un trozo de corcho blanco.

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Olor a salitre

El Parque acaba mirando al faro y, hacia levante, comienza otro mundo. Pedregalejo era, durante el siglo XIX y hasta el primer tercio del XX, una zona residencial en la que palacios y caserones daban la espalda al mar. Aún quedan en pie algunas de esas señoriales mansiones, pero de la mayoría sólo perduran las rejas. Antes de admirar lo que queda de la burguesía malagueña, existe un lugar tranquilo y decadente con olor a salitre donde se puede meditar: los Baños del Carmen (Bolivia, 16-28. Teléfono: 952 20 33 57). El romántico balneario, en el que hasta los años sesenta se pagaba por entrar y separaba a los escasos bañistas en tres categorías: hombres, mujeres y familias, está medio derruido salvo la zona ocupada por un restaurante. Se puede disfrutar el atardecer desde una de las mesas instaladas en su terraza.

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La selva elegante

Una vez saciada el ansia de mar, conviene adentrarse cinco kilómetros en dirección a Madrid. La finca de la Concepción es uno de los más importantes jardines tropicales de Europa, creado en 1850. Es pura selva domesticada. Además de los gigantescos ficus, hay palmeras, araucarias y hasta un drago; si la visita es primaveral podrán penetrar en un bello túnel de glicinias azul-violáceas que marcará su retina para siempre (carretera nacional de las Pedrizas, km 166. Abre de 10.00 a 17.30 horas. 952 25 21 48)

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La cuna del genio

De vuelta al centro se impone un paseo por la plaza de la Merced, donde nació Picasso y funciona una fundación (abierta de lunes a sábado, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas; domingos, de 11.00 a 14.00. 952 06 02 15). Desde allí se toma la calle de la Victoria para llegar al santuario de la Virgen de la Victoria, de los siglos XV al XVIII (plaza del Santuario. Abre de lunes a viernes de 10.00 a 12.00 y de 16.00 a 18.30. 952 25 26 47). Tras la saturación de querubines, volutas y rocallas del camarín de la Virgen, patrona de los malagueños, es toda una experiencia bajar al panteón de los condes de Buenavista (los mismos que dan nombre al palacio en el que se instalará el Museo Picasso). Tiene fama de ser uno de los espacios más tétricos del barroco español.

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Cantera de estrellas

En 1806, cuando el cónsul de Prusia en Málaga se construía su blanco palacete con aires neoclásicos en la finca de La Cónsula, no podía ni imaginar que su morada terminaría siendo una fábrica de estrellas. Es algo así como Operación Triunfo, pero de los fogones. La Escuela de Hostelería de Málaga funciona desde 1993 y de ella han salido dos chefs con una estrella de la Guía Michelín (José Carlos García Ortiz, del Café de París de Málaga, y Daniel García, del Tragabuches de Ronda). A platos tan sugerentes como el carré de cordero lechal asado sobre timbal de espárragos, tomates y piñones, o el perfecto de Pedro Ximénez con mermelada de naranja amarga, se suma la oportunidad de dar una vuelta por unos maravillosos jardines. (Finca La Cónsula, s/n. Churriana. Abre de lunes a viernes, sólo almuerzos. 952 62 24 24. Precio medio: 35 euros).

Playa y edificio del antiguo balneario de los Baños del Carmen, en la costa de Málaga.
Playa y edificio del antiguo balneario de los Baños del Carmen, en la costa de Málaga.JULIÁN ROJAS

GUÍA PRÁCTICA

Dormir

- Parador Málaga-Gibralfaro (952 22 19 02). Castillo de Gibralfaro, s/n. Málaga. Las mejores vistas. La habitación doble cuesta 124,63 euros.

- AC Málaga Palacio (952 21 51 85). Cortina del Muelle, 1. Málaga. El más clásico y mejor ubicado de la ciudad. La doble sin desayuno, 121 euros.

- Hotel Don Curro (952 22 72 00). Sancha de Lara, 7. Málaga. Frente al puerto. Funcional y cómodo. La habitación doble, 75 euros.

- Central de reservas hoteleras para toda Andalucía (952 92 02 10 y www.andalucia.org).

Información

- Oficina de turismo de Málaga (952 13 47 30 y www.malagaturismo.com).

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