El Espanyol se entrega a Clemente
El club ficha por tercera vez al técnico vasco y relega a Ramon Moya como segundo entrenador
Hacía falta un revulsivo y el Espanyol entiende que lo ha encontrado en una apuesta muy arriesgada. Hasta ayer por la tarde, el presidente, el Consejo de Administración y la secretaría técnica dijeron mantener su confianza en el técnico de la casa Ramon Moya. Sin embargo, sin mediar aviso, a media tarde, el presidente tomó decisiones. La primera, destituir al técnico a quien sólo dos días antes había dado toda su apoyo. La segunda, fichar a Javier Clemente, un viejo conocido con quien el equipo alcanzó alguna de las cotas más históricas: la final de la Copa de la UEFA en 1988 después de haber concluido en tercera posición de la Liga la temporada anterior.
"No es una destitución", quiso matizar Daniel Sánchez Llibre, presidente del Espanyol. "Moya seguirá como segundo entrenador y se ha ofrecido para dar todo su apoyo a Clemente. Pero todos hemos estado de acuerdo en que había que hacer algo inmediatamente y creemos que Clemente es la mejor opción para nuestro club". El entrenador vasco recala por tercera vez en el Espanyol. Estuvo en el club entre 1986 y 1989, cuando fue destituido, y regresó después, en enero de 1992, salvando al equipo del descenso, antes de pasar a ejercer como seleccionador.
La situación es desesperante.El Espanyol ocupa la penúltima posicion en la clasificación de la Liga y se encuentra ya a cinco puntos de la salvación. Queda mucha Liga por delante, pero lo que se está dirimiendo es cómo evitar el descenso. Y eso no resulta nada sencillo. "Creemos", prosiguió Sánchez Llibre, "que el Espanyol está por encima de todo. Y esperemos que este cambio sea lo mejor para el club, porque la situación es muy comprometida".
La temporada comenzó torcida para el club blanquiazul. Rompiendo con los esquemas ideológicos de la entidad, el Espanyol no renovó a Paco Flores y fichó a Juande Ramos, dejando en sus manos una plantilla hecha con retales de otros clubes, pero de teórica calidad y bastante cara a tenor de los resultados. El experimento funcionó con pinzas, pero aguantó poco;cinco jornadas, en las que cosechó cuatro derrotas y una victoria. Y en el camino, además, el equipo fue eliminado de la Copa del Rey ante el Alicante de Segunda B. Un balance menor para un técnico que había despertado grandes expectativas. Sin grandes recursos económicos y mermado por un control exhaustivo de los gastos, el Espanyol optó por dar confianza a un técnico de la casa. Ramon Moya, que llevaba 10 temporadas dirigiendo el segundo equipo blanquiazul, asumió la responsabilidad, aportó tranquilidad al vestuario y fue aclamado por la afición y la directiva cuando consiguió dos victorias (ante el Recreativo y en Málaga) que cayeron como maná en un momento de desconcierto.
Sin embargo, la situación comenzó a deteriorarse en los siguientes partidos: Valencia, Celta, Atlético, Athletic, Rayo Vallecano y Betis. En total, una victoria (frente al Rayo) en los seis últimos partidos. "¿Que qué ha cambiado en tan pocos días?", se preguntó el presidente cuando le recordaron que el pasado martes el Consejo había ratificado su confianza en Moya. "Hay preocupación. La situación es muy comprometida. Ya sé que le he ratificado. Pero en el mundo del fútbol lo que hoy es blanco mañana puede ser negro".
"Conozco a Clemente", prosiguió. "Sé que tiene cosas malas, pero tiene también otras muy buenas. Es un hombre de club y de cantera. Nos ha salvado ya una vez (1992) y puede volver a hacerlo". Clemente dirigirá al Espanyol hasta el 30 de junio y será presentado a la plantilla a las 10 de hoy. El presidente no le comunicó a Moya hasta ayer por la tarde que estaba destituido. Y por la noche, cuando anunció el cambio de técnico, sólo había hablado con un miembro del equipo, el capitán Raúl Tamudo.
"Me voy con la conciencia muy tranquila", reconoció Moya, que se ha mantenido dos meses en el cargo. "El equipo está en el buen camino, aunque no a nivel de resultados. Y también yo sé que era necesario hacer algo. Cuando el presidente me ha comunicado que Clemente se haría cargo del equipo no me ha sorprendido. Cuando cogí el equipo llevaba 12 años en Segunda B y siempre había concluido todas las temporadas. Pero cuando el equipo está en una dinámica negativa como ahora, debes pensar que puedes ser destituido en cualquier momento".
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