La "sociedad política" del candidato popular

Camps diseña una estrategia basada en la concienciación de los valencianos como pueblo frente a la globalización

El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Francisco Camps, aseguró ayer que si vence en las próximas elecciones autonómicas defenderá que los ayuntamientos puedan presentar iniciativas legislativas en las Cortes Valencianas. Camps expuso, en una reunión con parlamentarios, el modelo de funcionamiento que le gustaría implantar en las Cortes Valencianas y que tiene como objetivo "acercar el Parlamento a la vida real y acercar la sociedad al Parlamento". Junto a la posibilidad de que los ayuntamientos puedan presentar iniciativas legislativas en la Cámara, Francisco Camps defiende la implantación de una sesión semanal de control al Consell que permita relacionar los debates políticos con la actualidad inmediata.

El refuerzo de las Cortes Valencianas es uno de los ejes esgrimidos por Camps, que se halla firmemente convencido de la necesidad de reforzar las señas de identidad de los valencianos frente al fenómeno de la globalización. En este contexto se enmarcan sus reiteradas referencias al imaginario de los valencianos y muchas de sus propuestas culturales que tienen como objetivo conectar el pasado histórico con el futuro que él propone a los electores. Así, Morella como vía de entrada al territorio valenciano fue la primera localidad que visitó dentro de una gira inacabable que piensa realizar el candidato del PP por las comarcas valencianas. El Puig, como puerta de acceso a Valencia e icono de la reconquista de Jaume I, le sirvió a Camps para celebrar su primera reunión con parlamentarios.

El ascenso al Penyagolosa se utilizó como metáfora de alguien que pretende llegar a la cima (la presidencia de la Generalitat) pero también como inicio de una marcha que transcurrirá desde las montañas del interior, pasando por los valles y los humedales hasta acabar en el Mediterráneo, otro de los iconos que Camps tiene previsto utilizar con mayor profusión. En este sentido recorrió también de norte a sur la Comunidad Valenciana -con un parada en la Albufera a la que dio especial importancia-, siguiendo el trazado que se supone que recorrerá el agua cuando este terminado el Plan Hidrológico Nacional.

En el mismo contexto se halla su reciente propuesta de celebrar en 2008 el año Jaume I, coincidiendo con el 800 aniversario del fundador del Reino de Valencia, o sus iniciativas destinadas a reivindicar el derecho foral valenciano o instituciones propias como el Tribunal de las Aguas.

Para Camps la construcción de una "sociedad política" que se reconozca a sí misma en una personalidad diferenciada y singular es una prioridad que introduce los elementos necesarios para que la Comunidad Valenciana no sea engullida por la pasta de la globalización. Un objetivo que necesita, además, para llegar a buen puerto un refuerzo del papel del Parlamento valenciano y una mayor presencia sobre el territorio del Consell.

El planteamiento del candidato del PP se sostiene, además, sobre la base de que para lograr una sociedad política valenciana no es necesario modificar el actual marco constitucional. Todo ello conforma una impronta personal que marca diferencias respecto a Eduardo Zaplana, que desplegó la idea del "poder valenciano" para potenciar la imagen de la Comunidad Valenciana en el exterior en base, fundamentalmente, a la potenciación del turismo y los eventos culturales.