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ESCENA | 'VISTO Y NO VISTO' ES UNA PROPUESTA FAMILIAR

Aracaladanza saca los viejos vestidos del baúl y los hace bailar en La Abadía

La compañía Aracaladanza vuelve a reclamar la imaginación del público con su último espectáculo, Visto y no visto, en el que los actores desaparecen del escenario para dejar paso a vestidos, baúles o sombreros que van a danzar en el teatro de La Abadía, hasta el 12 de enero. La dilatada experiencia en espectáculos infantiles de esta compañía de danza contemporánea ha llevado a sus miembros a fijarse un nuevo reto: esta vez no hay cuentos tradicionales, y el público no tendrá pistas sobre el desarrollo y el final del espectáculo. "Son ideas abstractas con una mezcla de magia y fantasía", afirman.

El director y coreógrafo Enrique Cabrera propone con Visto y no visto una función apta para niños de cinco años, aunque el artista invita "a todo el que sepa involucrarse en el mundo de la imaginación". Y apuesta por la riqueza visual con mucho colorido, un vestuario alegre e imaginativo y música divertida sobre un escenario sobrio.

La función, para público familiar, arranca con unos baúles y sacos de los que salen vestidos de colores, largos y cortos, de muñecas o colocados en un tendedero, que van cobrando vida y movimiento con números casi acrobáticos. "Se trata de que la danza acerque al niño a la música contemporánea para que sea testigo de cómo ésta puede hacer que el cuerpo se mueva según los distintos ritmos y expresiones espirituales que la música conlleva", explican los miembros de Aracaladanza.

Las chaquetas o las medias se convierten en serpientes y muñecos, en un juego que Enrique Cabrera propone incluso para practicar en casa. "Alguien me preguntó un día cómo puede uno acercarse a los niños sin serlo y la única respuesta que he encontrado hasta el momento es el juego", señaló Cabrera ayer, durante la presentación del espectáculo.

Las bailarinas Maite Gámez, Rosaura Hidalgo, Silvia Machado, Marta Sainz y Olga Ventura forman dúo con las ropas, que son los otros elementos de la escena. "Estas ropas, diseñadas por Elisa Sanz, más que una figura decorativa son una posibilidad de juego", añade el director de la compañía Aracaladanza. El productor, Javier Torres recordó ayer que llevan nueve años apostando "por espectáculos de calidad en danza contemporánea" y que los niños son un público muy exigente.

"No queremos hacer concesiones; los niños que hoy pasan por taquilla son el futuro del teatro y la danza", insistió Torres. "Y nuestro trabajo es crearles adiccion a los espectáculos dándoles lo mismo que a los adultos, o sea, calidad, entretenimiento, magia y diversión", sentenció.

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Esta propuesta artística de 50 minutos de duración es el resultado de seis meses de frenesí creativo, improvisación y constantes ensayos por parte de los componentes de Aracaladanza. El espectáculo participó en el Festival Madrid en Danza 2002 y después de su estancia en Madrid iniciará una gira por diversas ciudades españolas.

Visto y no visto. Hasta el 12 de enero en el teatro de La Abadía (Fernández de los Ríos, 42). De martes a domingos, 11.30, 17.00 y 19.00. Adultos: 9 euros. Menores de 16 años: 6 euros. Venta de entradas en la propia taquilla o en Telentradas Caixa Catalunya (teléfono 902 101 212).

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