Banda Ionica ofrece su enfoque actual de la fanfarria mediterránea

Roy Paci fue miembro de Mau Mau, ha trabajado con Manu Chao y su nombre aparece en los créditos de más de 200 discos. Junto a Fabio Baravero, el trompetista siciliano, creó Banda Ionica, una formación de 20 músicos cuyo primer disco, Passione (1998), recuperaba marchas fúnebres que se tocan durante la Semana Santa en el sur de Italia. Ahora publican Matri mia, con una visión contemporánea de las fanfarrias.

"La Banda Ionica nació hace cuatro años. Fabio me dijo que había intentado encontrar sin éxito algún disco con marchas fúnebres. Así surgió la idea de Passione, un disco muy ortodoxo, con los temas principales de las procesiones de Semana Santa. También es la música que tocan las bandas en pueblecitos como el mío cuando muere la gente", explica Roy Paci (Augusta, Sicilia, 1969).

Matri mia, el segundo disco, está dedicado a "la mamma, la mujer, la virgen", dice Paci. "El título lo pusimos al darnos cuenta de que todas las letras de los cantantes invitados hablan de su relación con una mujer. Todo el proyecto tuvo algo de alquimia". Los invitados son Dani, El mono loco, Cristina Zavalloni o el cantautor Vinicio Caposella.

"Tenemos mucha influencia del Mediterráneo, obviamente, y, sobre todo, árabe. Pero en el dialecto siciliano hay muchas palabras españolas y francesas", explica. Sicilia sigue evocando el tópico de la Mafia. "El padrino soy yo ahora", dice riendo. "La aproximación de la Banda Ionica es muy respetuosa. Hay cosas divertidas, pero siempre contenidas. Con Aretuska tomábamos el pelo a la Mafia. ¿No tuvo problemas con los propietarios de la denominación de origen? "No", responde Pacci, que viste traje negro a rayas, camisa negra y corbata granate. "En Sicilia hice un poco de vida como en la época de los gánsteres en Chicago. Los músicos tocaban y ellos les ponían dólares en la trompeta mientras mataban. Nunca lo había contado. Son cosas increíbles que pasaron hace años".

Paci es muy crítico con Italia. "Hubo un tiempo en que estaba la censura, que era hija del fascismo; ahora está la autocensura, que es hija de la dictadura", afirma. "Berlusconi ha colocado sus marionetas en muchos lugares y todo está controlado. En estos momentos lo mejor es la ironía, la sorna. Algo que molesta al poder porque es como el gusano dentro de la manzana, que se lo come todo".

Participó en Próxima estación esperanza y en la posterior gira de Manu Chao. "Antes daba 320 conciertos al año. La primera vez que salí de Sicilia fue a América del Sur. Estaba loquísimo. Le dije a mi madre que volvía en una semana. Tardé dos años y ocho meses".