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Reportaje:

Los peores días de Gaspart

La pérdida de imagen provoca que 26 peñas exijan la dimisión del presidente del Barça y que segeste una moción de censura

Robert Álvarez

La imagen de la cabeza del cochinillo que dio la vuelta al mundo con ocasión del último clásico disputado en el Camp Nou pudo quedar en una mera anécdota pero con el paso de los días se está convirtiendo en un síntoma más del tremendo desgaste que sufre la imagen del Barcelona. Aquel día, en el que el juego tuvo que ser interrumpido por el lanzamiento de objetos contra Figo, fue uno de los peores para una gran parte de los aficionados del Camp Nou. El bochorno lo provocó tanto el incívico comportamiento de algunos espectadores como las posteriores declaraciones del presidente del club Joan Gaspart subrayando que Figo había provocado los incidentes. Desde entonces, y desde diversos puntos del entorno barcelonista, se apunta directamente a Gaspart como gran responsable de la pérdida de imagen que está sufriendo el club.

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Las peñas, un sector que siempre ha sido afecto al poder establecido y muy especialmente durante los 22 años de mandato de Josep Lluís Núñez, han visto cómo se resquebraja su adhesión unánime a la directiva. Han sido tan solo 26 de las más de 1.500 peñas con las que cuenta el club. Pero la exigencia de la dimisión de Gaspart por parte de esas 26 peñas de las comarcas de Lleida puede provocar un efecto dominó.

La oposición a Gaspart toma también posiciones. El que fuera su rival en las urnas, Lluís Bassat, respaldado por los 20.000 votos que obtuvo hace dos años, ha salido a la palestra para efectuar la siguiente lectura de la situación: "El Barça está enfermo y la enfermedad está arriba, eso es lo grave". Y agregó: "Yo puedo esperar dos años y medio para ser presidente y lo que haga falta, pero el que no puede esperar es el Barça".

Ayer se supo que dos ex directivos preparan una moción de censura contra Gaspart. Gonçal Lloveras, que dejó la directiva el pasado mes de abril, y Xavier Aguilar, ex tesorero del club durante la etapa de Núñez, han formado el grupo Concordia Blaugrana. Su objetivo inicial es constituir un foro de opinión y recabar los apoyos de socios necesarios para hacer viable la presentación de la moción de censura. Según establecen los estatutos del club, desde que se inicia el proceso, los promotores de la moción dispondrían de un periodo de 14 días para recoger las 5.000 firmas necesarias para hacerla efectiva y que corresponden al 5% del total de socios. "La posibilidad de que Gaspart se marche y convoque elecciones sería la deseada por todos, pero parece que él no quiere. Por tanto, utilizamos la segunda alternativa democrática que contemplan los estatutos, la moción de censura". Lloveras informó de que la moción sería presentada en febrero o en marzo y desveló que ha mantenido contactos con el también ex directivo y posible aspirante a la presidencia del club, Ramon Fusté, y con personas del entorno de Bassat.

Fusté es la persona a la que acusan de haber instigado el manifiesto en el que 26 peñas de Lleida exigen la dimisión de Gaspart. "Este movimiento lo único que hace es desestabilizar al club y está manipulado", acusa Agustí Montoliu, presidente del área social del Barcelona.

Ayer mismo se produjo la firma de otro manifiesto de varias peñas que apoyan la gestión de la directiva barcelonista. La iniciativa partió de seis peñas de L'Hospitalet. En Alcarràs (Lleida) se recibieron a lo largo del día adhesiones de varias peñas y socios que exigen la dimisión de Gaspart. Mientras, el presidente se mantiene en silencio desde que hace ocho días, en una comparecencia en la que no admitió preguntas, reprobó los incidentes sucedidos durante el clásico. Ayer salió a la palestra el vicepresidente Joan Castells para ofrecer su versión en torno a lo que está sucediendo en torno a la directiva. "El presidente y la junta directiva no pueden dimitir por responsabilidad. Tienen que buscar soluciones para mejorar la situación actual del equipo", afirmó Castells. "Todo el mundo tiene derecho a opinar", agregó el vicepresidente, "pero me desagrada que estas críticas se aireen públicamente y que se hagan además en un momento en que el equipo no funciona en la Liga y en el que hay una amenaza de cierre del Camp Nou".

Gaspart, en el palco del Camp Nou durante el último Barça-Madrid.
Gaspart, en el palco del Camp Nou durante el último Barça-Madrid.RAFA SEGUÍ

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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