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Reportaje:

La piscina más avanzada del mundo

El Sant Jordi, sede de los campeonatos del mundo de natación, tendrá unas instalaciones que batirán récords

El Sant Jordi, sede de los campeonatos del mundo de natación, tendrá unas instalaciones que batirán récords

No habrá que esperar medio año para que la piscina que se instalará en el Palau Sant Jordi con motivo de la celebración de los campeonatos del mundo de natación en Barcelona, en la segunda quincena de julio de 2003, empiece a batir récords. Tal y como anunciaron ayer el alcalde de la ciudad, el socialista Joan Clos, y el director de la empresa contructora, Eloi Planes, la piscina presentará una serie de innovaciones únicas en el mundo.

El primer récord que esperan batir es el que atañe al tiempo de montaje de la estructura en el Palau. Los trabajos se iniciarán justo después de la final four de baloncesto, tan sólo tres semanas antes de que comiencen los campeonatos de natación. Una piscina convencional tiene un tiempo de montaje estimado de unos seis meses.

El segundo récord tiene que ver con su estructura, ya que será la piscina flotante más grande del mundo (50 por 25 metros). Esto quiere decir que su estructura, compuesta de un sistema de 160 paneles, no se enganchará al suelo del Palau, sino que simplemente se apoyará en él.

La tercera innovación tiene que ver con la rapidez de la piscina y revierte en comodidad para el atleta. Los constructores han ideado toda una serie de sistemas y avances cuyo objetivo es facilitar a los nadadores la posibilidad de rebajar sus tiempos. Uno de estos sistemas está relacionado con las condiciones físicas y químicas del agua. La piscina del Sant Jordi no será depurada con cloro, como habitualmente sucede en la mayoría de ellas. En esta ocasión, se utilizará el ozono y, en menor cantidad, el bromo, lo que evitará las irritaciones que habitualmente causa el cloro, tanto en los deportistas como en los espectadores. El sistema de ozono se utiliza ya en la piscina de la Universitat Autónoma de Barcelona con resultados óptimos. "Es un agua que casi se puede beber", aseguró ayer Planes.

Otra de las innovaciones afecta al código de salida de los nadadores. Éstos tendrán la posibilidad de regular la inclinación de su caballete en función de sus necesidades y hasta el máximo permitido por la Federación Internacional de Natación (FINA).

La empresa constructura, Astralpool, estudia actualmente introducir alguna innovación más en lo que respecta a la densidad del agua, un aspecto no regulado por la FINA. Cuanto más densa es el agua, más rápido se nada.

La piscina, que tendrá dos metros de profundidad y tardará 10 horas en llenarse, empleará únicamente cuatro horas en renovar todo el volumen de agua (2.500 metros cúbicos).

La empresa constructora, que en 1996 ya se ocupó de los sistemas de filtración de las piscinas de los Juegos Olímpicos de Atlanta, realizará una serie de pruebas previas. La primera tendrá lugar el próximo mes de febrero en el marco de la Fira de Barcelona. En ella, se hará un ensayo general de la ceremonia de montaje, tal y como se llevará a cabo antes de los campeonatos. En Maçanet de la Selva ya funciona una piscina de características similares.

La instalación de la piscina, que no supondrá ningún coste para el Ayuntamiento de Barcelona, no dejará ninguna secuela en el Sant Jordi. Los técnicos instaladores no necesitarán hacer ni un solo agujero. "El Palau es excepcional para una piscina así. No hay que tocar absolutamente nada", aseveró Planes.

Los campeonatos, que cuentan con un presupuesto de 20 millones de euros, acogerán a 1.846 deportistas de 150 países.

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