Viajar en metro
Viajar en metro es una actividad cada vez más irritante y sus instalaciones son un espacio robado a los usuarios para ser entregado a quienes, al parecer, no rentabilizaban bastante nuestra mirada y por eso han decidido torturarnos con estridentes, altísimos sonidos en perpetuo cambio. Muchas personas encontramos el ruido incorporado a las pantallas del metro insoportable y desquiciante. Y, sobre todo, es que no entiendo para qué sirven. Me gustaría saber si alguien ha pedido que nos bombardeen con imágenes y sonidos a cualquier hora mientras todo lo que queremos es desplazarnos de la manera más rápida y limpia por Madrid. ¿Alguien tiene miedo de que leamos, de que reflexionemos?
¿Con qué derecho nos imponen dónde mirar, qué escuchar? Pantallas cada vez más grandes ahora, además, en todo el medio, para que los anunciantes revienten de gusto, música cada vez más potente, más y más y más pantallas por todas partes... ¿Llegarán a la calle?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.