_
_
_
_
Crítica:ÓPERA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Indiferencia indebida

Un fallo de régie a la hora de los saludos al final del espectáculo no permitió calibrar con exactitud la reacción del público ante este Don Giovanni. Tras largas ovaciones a los intérpretes y al director musical, Calixto Bieito y su equipo salieron precipitadamente a saludar. Recibieron abucheos y aplausos por igual -un minuto escaso de división de opiniones- y con la misma precipitación abandonaron la escena. Los cantantes, sin tiempo a recibir los rituales ramos de flores, les siguieron. Se hizo oscuro en la sala y cesaron aplausos y protestas. En la Rambla barcelonesa, desheredados como los que Bieito había creado sobre las tablas preparaban sus cartones para pasar la fría noche a la intemperie.

Don Giovanni

De W. A. Mozart sobre un libreto de L. da Ponte. Intérpretes: W. Drabowicz, A. Kotxerga, R. Schörg, M. Reijans, V. Gens, K. Youn. F. Bou y M. Martins. Dirección escénica: Calixto Bieito. Orquesta Sinfónica de la Academia del Gran Teatro del Liceo. Coro de Música de Cámara del Palau de la Música. Dirección musical: Bertrand de Billy. Barcelona, Liceo, 30 de noviembre.

No merecía indiferencia esta propuesta. Podrá interesar más o menos, podrá provocar asco o entusiasmo, pero en ningún caso debe ser despedida en silencio. Hay demasiado trabajo bien hecho, demasiadas interpretaciones forzadas al límite, incluso demasiados errores como para dar por buena la reacción indolora. En el lado positivo, consignemos que no hubo interrupciones mientras el espectáculo avanzaba, más allá de los aplausos de respeto a tal o cual aria.

Dicho lo cual, buena parte de la culpa de la indiferencia la tuvo el propio espectáculo. Respecto a la versión de Londres de hace un año y medio, este Don Giovanni resulta como un buen vino rebajado con agua. Aunque todavía queda mucha, buena parte de la violencia original ha sido borrada de la puesta en escena barcelonesa. Por ejemplo, la soberana paliza que Masetto propinaba a Zerlina mientras ella le cantaba el aria del bálsamo, metáfora de la mujer sometida al macho feroz. Por ejemplo, el descerebrado pateo de Leporello de símbolos madridistas, metáfora del hooligan incapaz de vivir sin vaciarse en la iraccionalidad colectiva. No me gustaría pensar que una corrección política de vía estrecha ha hecho acto de presencia en estas supresiones.

En lo escénico, sale perjudicado este Don Giovanni respecto al de Londres. Es menos coherente, lleva menos sangre en sus venas.

En el terreno musical, en cambio, este Don Giovanni se alza muy por encima de su precedente londinense. Vaya por delante la doña Elvira de Véronique Gens, segura, fuerte, musical y escénicamente impecable. A Regina Schörg (doña Anna) se la vio vocalmente sólida, pero con alguna duda en la composición del personaje bieitiano.

Tenso, brillante, excepcional el Leporello de Kwanchul Youn. En cambio, al don Juan de Wojtek Drabowicz, siendo correcto, le falta un punto de aplomo, como a la Zerlina de Marisa Martins un punto de ligereza. Bien sin reservas el Masetto de Felipe Bou y el Comendador de Anatoli Kotxerga.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_