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Crónica:FÚTBOL | 12ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Assunçao rescata al Betis

Un gol del brasileño da el triunfo a los de Víctor ante un Athletic apagado

A falta de quince minutos para el final, cuando ya nadie ni en el césped ni en la grada esperaba que ocurriese algo que no fuera qur rompiese a llover se presentó Assunçao y rescató al Betis. Consumado especialista en las faltas, esta vez el brasileño tuvo la suerte a su favor y transformó de forma impecable un libre directo ante el que Lafuente actuó como mero espectador. Una nota de calidad que, dado como transcurrió la tarde, fue acogida con alborozo en la grada. Y no es para menos. Porque lo que ayer perpetraron Betis y Athletic tiene muy complicada definición. Donde se esperaba un duelo de titanes comparecieron dos equipos tullidos, uno en lo físico y el otro en lo psíquico, como dejó patente el penalti que marró Larrazábal (m.68), fallo que acabó por sumir en la desazón a todo el Athletic. El Betis confirmó que tanto ajetreo en Liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA lo tiene al borde del colapso. Físico y mental. Algo que ayer quedó patente en un simple hecho: el equipo de Víctor Fernández sólo fue capaz de crear una única ocasión de gol en toda la primera mitad. Pero no por méritos propios, sino debido a un plantillazo de Murillo sobre Joaquín y que además Luis Fernández malgastó al transformar la falta.

BETIS 1 - ATHLETIC 0

Betis: Prats; Varela, Juanito, Rivas, Luis Fernández; Joaquín (Capi, m. 53), Assunçao, Ito (Arzu, m. 73), Denilson, Fernando; y Casas (Alfonso, m. 53). Athletic de Bilbao: Lafuente; Javi González, Lacruz, Murillo, Larrazábal; Alkiza, Gurpegi, Tiko (Guerrero, m. 79) Etxeberria (Arriaga, m. 65); Ezquerro (Yeste, m. 56) y Urzáiz. Gol: 1-0. M. 76. Assunçao transforma una falta sobre Alfonso. Árbitro: Megía Dávila (C. Madrileño). Amonestó a Luis Fernández, Varela e Ito en el Betis y a Javi González, Lacruz, Etxeberría, Yeste, Arriaga y Alkiza en el Athletic. Unos 30.000 espectadores en el estadio Manuel Ruiz de Lopera. Joaquín recibió el trofeo Benito Villamarín al mejor jugador del Betis del año pasado, que le fue otorgado por la Peña Bética de Marchena.

Sin Capi ni Alfonso, en banquillo por diversas dolencias malcuradas, y con Joaquín renqueante de un fuerte golpe en un tobillo, el Betis se vio incapaz de desplegar ese fútbol rápido, desbordante y directo sobre el que ha cimentado su buena marcha. Y si a esto unimos que ambos equipos acusaron una especie de virus otoñal que les impedía mover con sentido el balón y ser precisos en el pase, el resultado fue el se padeció: un partido plano, errático y que sólo se recordará por el gol de Assunçao.

La ocasión malgastada por Luis Fernández y las dos oportunidades que gozó Esquerro, aunque de forma inocua, aprovechando la falta de tensión de la defensa verdiblanca, fueron los únicos argumentos de peso en ataque que mostraron ambos equipos en toda la primera mitad, que, ante la falta de fútbol, se hizo eterna. El Betis se perdió en su incapacidad de elaborar una jugada trenzada, convirtiendo cada acción en un suplicio que terminaba donde empezaba: a los pies de la defensa. Lejos quedó también el Athletic de ofrecer la imagen de las últimas jornadas, esa que le ha llevado a ser el mejor equipo de noviembre merced a las espectaculares remontadas que le endosó en San Mamés a Celta, Rayo y Espanyol. A Urzaiz casi ni se le vio; de Tiko se supo que estaba por la camiseta y sólo Etxeberria y Ezquerro, de forma intermitente, dieron entidad al juego de su equipo.

Algo más movidita estuvo la segunda parte. Al menos en el arranque y en el final de la misma, con Capi y Urzaiz probando fortuna ante los palos. Nada más comenzar, un fallo de Tiko propició un centro al punto de penalti al que no llegó Juanito, aunque si lo hizo momentos después Denilson, que envió ligeramente por encima del travesaño una vaselina desde la frontal. Acto seguido, la acción se trasladó a la puerta de Prats, que se vio asistido por Juanito y Rivas para frustar las acometidas vascas. Aún así, Etxeberria pudo adelantar al Athletic cuando empalmó con la zurda un disparo que no entró por poco.

La entrada de Capi y Alfonso se antojaba como el aliciente que le faltaba al partido, pero el mermado estado físico de ambos impidió que se cumpliesen las expectativas de los aficionados. Sin fuerzas y sin recursos, ambos equipos se pusieron en manos de la fortuna, confiando al menos en concluir con el empate. Pero ayer la suerte tocó al Betis, encarnada en el golazo con el que Assunçao rescató a su equipo.

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