Utilitario por delante y familiar por detrás

Un coche familiar con precios asequibles y un enorme maletero. Y con un turbodiésel muy rápido y austero y un comportamiento seguro y eficaz. Son las virtudes del nuevo Seat Córdoba, una berlina sencilla capaz de cumplir como familiar básico y económico.

Línea poco deportiva

El Córdoba es la versión alargada y con maletero separado del Ibiza, con quien comparte la mecánica (chasis, motores...). Como casi todos los modelos de tres volúmenes (cuatro puertas y maletero separado), tiene una línea clásica y no destaca por su atractivo estético. Y, al igual que el Ibiza, apenas refleja la influencia de Walter Da Silva, el diseñador que triunfó en Alfa Romeo y que hasta ahora no ha dejado mucha huella en Seat, al menos en los coches de serie.

El Córdoba prima en teoría la deportividad, pero por fuera casi no se nota. El frontal en cuña es casi idéntico al del Ibiza: la misma parrilla con el logo de Seat destacado en el centro y una rejilla negra con faros rasgados a cada lado. El lateral resulta demasiado sencillo y anodino, aunque tiene el mérito de integrar en armonía la zona del maletero. Y tanto las llantas de 15 pulgadas como la cintura lateral ascendente buscan añadir un toque deportivo que se diluye con el diseño sobrio y macizo de las puertas. En realidad, sólo destaca la zaga, que parece una copia del Alfa 156 y tiene unos pilotos similares.

Discreto por dentro

Pero el nuevo Seat estrena mejoras importantes: el chasis es un 30% más rígido que el del Córdoba anterior, se ha afinado la aerodinámica (CX:0,30) y la altura del capó trasero aumenta 30 litros la capacidad del maletero. Y aporta también otras ventajas prácticas. Para empezar, ha crecido en todas las direcciones: casi 12 centímetros de largo (hasta 4,28 metros), 5,8 de ancho y 1,7 de alto. Y aparte de ganar en presencia ofrece un interior algo más amplio, aunque todavía justo porque por dentro es un Ibiza. Pero como tiene una longitud similar a la de los familiares de la categoría superior (Focus, Xsara...) puede competir con ellos, aunque con menos anchura y altura interior: las plazas delanteras son correctas y las traseras algo justas en espacio para las piernas, pero suficientes para niños, que es para lo que están pensadas.

El conjunto se completa con un maletero espectacular (485 litros), que refuerza sus aptitudes familiares y es su mejor baza comercial: tiene más capacidad que muchos modelos más grandes y caros. Sin embargo, Seat no ha completado el sentido práctico con los accesorios funcionales de los familiares más modernos. Y faltan más huecos para objetos, un fallo inexplicable en un familiar: apenas hay una guantera, un espacio al lado del volante, un posavasos en la consola, bolsas pequeñas en las puertas y un cajón bajo el asiento del copiloto. Al menos el diseño es actual y tanto los ajustes como la sensación de solidez están a la altura de los mejores. Pero presenta un ambiente interior austero y los tonos oscuros de los plásticos -algunos un tanto pobres- le dan un aspecto apagado.

En cambio, el comportamiento dinámico está conseguido y viaja con seguridad, aunque tanto la sonoridad como los reglajes enérgicos de las suspensiones limitan el confort en trayectos largos.

Cinco motores y tres acabados

El Córdoba se vende con cinco motores, dos 1.4 de gasolina (75 y 100 CV) y tres de gasóleo: 1.9 SDi (64 CV) y 1.9 TDi (100 y 130 CV). Se ofrecen con tres acabados, Stella, Sport y Signa, y el primero incluye doble airbag, ABS, radiocasete y todo lo habitual. El Sport, más deportivo, añade airbags laterales, ordenador de viaje y radio-CD. Y el Signa viene con climatizador. Los precios son asequibles, pero no más baratos que sus rivales.

Conclusión

El Córdoba es una berlina sencilla, pero completa. Y una alternativa económica para familias jóvenes: espacio interior correcto y maletero enorme. Además ofrece un comportamiento eficaz y seguro, un buen equipo de serie y los mejores turbodiésel del mercado.