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Reportaje:

La yudoca que rompe esquemas

Laura Gómez, sorprendente bronce en el Europeo junior, ratifica el alto nivel de las luchadoras valencianas

Laura Gómez (Valencia, 1984) lleva pisando tatamis desde los cinco años. Ahora tiene 18 y es una de las yudocas valencianas -¿por qué no españolas?- con más futuro: recientemente consiguió la medalla de bronce en el campeonato de Europa junior; y días después atrapó el mismo metal en el campeonato de España sub 23. Todo, contra pronóstico, de forma sorprendente, según ella: "A todos les rompí los esquemas".

Risueña y habladora, Laura se entrena en Valencia, cuna de notables yudocas. Bajo el manto de su padre, Salvador Gómez, también su entrenador, lo suyo ha sido una progresión paulatina, sin presiones pero dejando huella en todas las categorías: desde los 15 años ha subido al podio en casi todos los campeonatos de España. "El yudo fue un juego al principio. En mi casa nunca me empujaron a practicarlo, y eso que mi padre tiene un gimnasio. Fue un amigo quien me tentó", cuenta.

Ahora, con el bronce recién ganado en el Europeo de Rotterdam, aspira a cotas mayores, aunque ella, que compite en 57 kilogramos, se muestra cauta: "Me conformo con participar en el próximo campeonato de Europa, en 2003. Los Juegos de Atenas, en 2004, están demasiado cerca".

Laura se define como una yudoca "ofensiva". "Me baso mucho en los agarres; ataco todo el rato. Es el yudo que me sale", dice. En su primer campeonato de Europa junior tenía grabadas en video a todas sus rivales, una práctica habitual entre los yudocas, que necesitan referencias de sus contrincantes para plantear los combates: "Iba con la cámara por ahí. Es muy útil. Así luego no te llevas sorpresas con el estilo de las rivales".

En Rotterdam, Laura cayó en semifinales ante un hueso: la húngara Brigitta Szabo, campeona del mundo junior este año. "Me dio una torta", afirma la valenciana. Esto, en la jerga de los yudocas, significa que uno ha sido vapuleado, que no ha tenido apenas opciones durante el combate. El caso es que Laura ya había cumplido con creces: primero derrotó por inmovilización a una polaca ("Fue el combate más difícil, porque estaba muy nerviosa"); y luego se deshizo de una azerbayana cuya edad levanta sospechas entre el resto de yudocas. "Suele pasar con los yudocas del Este", apunta Laura, que añade: "Creo que Ana Carrascosa ya se había enfrentado a ella hace tiempo". El bronce, mientras, se lo disputó a una austriaca que llegaba avalada por la plata conseguida en el Europeo junior de 2001: "Me pasaba un palmo, pero pude derrotarla".

Junto con el bronce de Endika Cortijos, un alicantino, fueron las dos únicas medallas conseguidas por España, algunos de cuyos mejores yudocas proceden de la Comunidad Valenciana. Entre ellos, Laura Gómez, una promesa que ha ratificado de nuevo el calibre de las luchadoras valencianas. Como hizo Ana Carrascosa (-52 kilos) el pasado mayo, cuando se colgó la plata en el Europeo absoluto disputado en Eslovenia. O como hiciera la campeona olímpica Isabel Fernández en los Juegos de Sydney 2000. Laura sigue la estela de ambas. Tiene genio y mucho judo. Y también hambre, en el sentido literal: "Como las comidas de la iaia no hay nada".

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