El caso Fraga
Manuel Fraga Iribarne ha hecho uno de los números que le hicieron famoso. O tristemente célebre, que es otra manera de decirlo. Sólo que entonces no se podía ni decir, porque era un dictador, y ejercía. No sólo dijo "la calle es mía", sino que mandó disparar y firmó penas de muerte como ministro; y destierros, y prisiones, y echó gentes de su trabajo porque se habían alzado contra las torturas. Una mala persona, en ese aspecto: cubierto porque la moral general de la fuerza era ésa, y escribía libros sobre ella, desde su cátedra y sus números unos de oposiciones. Se basa en la extendida doctrina de que el Estado tiene el monopolio de la violencia. Para mí es muy dudoso, y para la historia también: un Estado no es un Gobierno, un Gobierno es transitorio, y la integridad humana debe ser permanente.
No sé si sobre todo: pero de una manera muy característica, la posición política de Fraga era la contraria de la que ahora consideramos trascendental y decisiva: la democracia. Nos desgañitamos contra los enemigos de la democracia: Fraga es uno de ellos, y gobierna una autonomía que ha abandonado cuando estaba sufriendo una contingencia grave. No es cobarde, ni es insensible; pero es temperamental y tiene los vicios del dictador: Parece -dicen- que una diferencia con un ministro, quizá con el Gobierno, le hizo dar el rabotazo y marcharse a la cacería. No es lo peor: es la forma en que disfraza ahora los hechos, el juego dialéctico con el que dice que estuvo y no estuvo. Metafóricamente, está negro de fuel. No le va a costar la dimisión porque los dictadores nunca dimiten.
Y, además, ¿por qué? Su censo le vota continuamente. En las elecciones nacionales nunca ganó, y tuvo que dejar a otros el partido que había fundado; pero en las autonómicas le votan cada vez que hay elecciones. ¿Se puede considerar que Galicia quiere un dictador? Naturalmente, no. ¿Puede desear a un españolista con la bandera española en los tirantes, un centralista enemigo de las autonomías? Tampoco. Estas elecciones, donde la urna es el punto final de un proceso largo de suplantación de conciencias, son muy raras. Y puede, también, que la espantá taurina que ha dado de su feudo cuando las cosas se han puesto mal le favorezca: ¡la estaba defendiendo de un Gobierno inepto!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Más de una treintena de carreteras están afectadas por el temporal, 12 de ellas cortadas
De la reinserción social a la dana, la IA o la cultura urbana: estas son algunas de las historias educativas más relevantes de 2025
Nasry Asfura es el presidente electo de Honduras tras un mes de recuento y presiones internacionales
El Departamento de Justicia de EE UU recibe un millón de nuevos documentos sobre el caso Epstein
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































