Nedved y el secreto de la constancia

En Italia le llaman el cañón checo, sin duda por su potente capacidad de disparo con ambas piernas. Pero ésa es una más entre las muchas virtudes del centrocampista del Juventus, que sigue manteniendo año tras año un notable nivel en el duro y exigente ecosistema del fútbol italiano. Pavel Nedved (Cheb, República Checa, 1972) ha conseguido en su sexta temporada en el calcio superar la amplia distancia que separa a los jugadores complementarios de los futbolistas insustituibles.

De un golpeo de balón preciso y potente, una dinámica contagiosa, y una indomable tendencia a la verticalidad, era cuestión de poner esas virtudes en orden. Y lo hizo primero en el Lazio, donde los técnicos le buscaron acomodo en la banda izquierda. Nedved la ocupó con solvencia durante cinco temporadas en las que los celestes ganaron una Liga, dos Copas y una Recopa.

Cragnotti, el propietario del club, se negó a traspasarle en 2000 al Manchester United, pero poco después los avatares del mercado casi le obligaron a cambiar de aires. El Juventus traspasada a Zidane al Madrid y contrató a Nedved como refuerzo, que no como sustituto del francés. La pasada temporada, la primera con el conjunto turinés, comenzó jugando de interior zurdo en un equipo que parecía aislar a sus delanteros. Pero hace un año por estas fechas, a Lippi se le encendió la luz y comenzó a alinear a Nedved como media punta. El Juventus comenzó a ganar hasta alcanzar el ansiado scudetto mientras la crítica (y Lippi) se deshacían en elogios hacia el nuevo papel representado por Nedved. Y el jugador es agradecido: "Lippi es el entrenador qué más y mejor me ha hablado en toda mi carrera, y el salto cualitativo de mi juego se lo debo a él".

Nedved ejerce un efecto contagioso sobre sus compañeros cuando aparece cerca del área buscando una pared, arrastrando a un defensor o creando el espacio necesario para exhibir su puntería desde media y larga distancia. No es que marque muchos goles, pero sí interviene en las jugadas del 60 % de los goles del equipo. Y además parece poseer los secretos de la constancia: "Mi primer entrenador me enseñó que se juega como se entrena, y yo siempre necesito una ración de trabajo suplementario". Se montó un gimnasio en su domicilio y es famoso por no descansar ni en vacaciones.

Su carácter está muy alejado del divismo, igual que su juego, en el que no hay nada gratuito. Este año quiere ganar la Copa de Europa, y seguro que el motor del Juventus no se ahorrará ni un solo esfuerzo para conseguirlo.