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El Gobierno asegura a las eléctricas el cobro de 1.558 millones en ocho años

El recargo del 3,54% de la moratoria nuclear no acabará en 2007 y llegará hasta 2010

Las cinco eléctricas que operan en España y Elcogas, central participada por Endesa, Iberdrola y la francesa EDF, se van a repartir 1.558 millones de euros hasta 2010 porque las tarifas aprobadas en 2000 y 2002 no han cubierto los costes de las actividades reguladas (transporte y distribución de energía) de las empresas. La cobertura del déficit será posible porque las tarifas subirán un mínimo del 1,4% hasta 2010 (1,65% el próximo año) y porque el recargo dedicado al pago de la moratoria nuclear (3,54% del recibo) no acabará, como estaba previsto, en 2007, sino que permanecerá hasta 2010.

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Finalmente, el Gobierno ha aceptado las tesis de las eléctricas: o el recibo de la luz volvía a subir en los próximos años, rompiendo la tendencia de bajadas iniciada en 1997 (17% de caída en términos nominales en el periodo 1997-2002), o el sector se iba al garete. El logro más inmediato es que, Costes de Transición a la Competencia (CTC) al margen, las empresas se aseguran el cobro, hasta 2010, de 1.558 millones de euros de déficit tarifario (cifra recogida en la memoria que acompaña al borrador de Decreto enviado a la Comisión Nacional de la Energía). Las eléctricas, además, podrán cobrar por adelantado de los bancos esa cantidad.

Para cuadrar las cuentas sin cuartear la estabilidad macroeconómica, el Gobierno ha encontrado una fórmula discutible, pero efectiva: extender el pago de la moratoria nuclear (3,54% del recibo de la luz) que debía acabar en 2007, al menos tres años más.

Aventuras inversoras

Las empresas, escaldadas en sus aventuras inversoras (telecomunicaciones) dentro y fuera de España, endeudadas al máximo (43.923 millones de euros a finales de septiembre) y sometidas a un estrecho marcaje por las agencias de calificación de riesgos, han librado un duro pulso con el Ejecutivo, que había prometido en 2000 bajadas de "hasta el 9%" en el recibo de la luz.

Las empresas han ganado la pugna y el resultado inmediato ha sido que la luz subirá hasta 2010 una media anual del 1,4%, que podrá llegar al 2% si empeoran las condiciones macroeconómicas. Esa prolongada subida, según se afirma gráficamente en el sector, supone para el Gobierno "desandar el camino emprendido en 1996 sin sacarle excesivamente los colores".

Con el 1,4% de subida media anual, que aún no se sabe cómo se repartirá entre grupos de consumidores, las eléctricas se aseguran el cobro del déficit generado en los años 2000 (320 millones de euros) y 2002 (1.000 millones de euros sólo hasta septiembre) porque las tarifas no fueron suficientes para cubrir los costes generados por el transporte y la distribución de la energía, actividades que no están liberalizadas. Y se aseguran también el cobro de los ya famosos Costes de Transición a la Competencia (CTC), aprobados para compensar a las empresas por abrir el mercado. De los CTC, que Bruselas no permitió cobrar por adelantado, las compañías han cobrado, según datos de la Comisión de la Energía 1.971 millones de euros. Quedan por cobrar, hasta 2010, otros 7.818 millones de euros.

Con la nueva metodología de tarifas que está a punto de aprobar el Gobierno, las empresas, que solicitaban subidas de tarifas del 5% anual, amarran el cobro de miles de millones de euros que estaban en el aire por el deficiente funcionamiento del mercado liberalizado. Aunque el Gobierno ha tenido que hacer encaje de bolillos.

El milagro de que las empresas salgan a flote sin que las tarifas de la luz se disparen se debe a que el Gobierno ha decidido que el porcentaje de las tarifas que ahora se dedica al pago de la moratoria nuclear (3,540% del recibo) se prolongue, al menos, tres años. La moratoria nuclear debería estar liquidada en 2007 y lógicamente, a partir de ese año, las tarifas deberían bajar, al menos, en ese porcentaje. Pero no lo harán. El secretario de Estado de Energía, José Folgado, lo explicó hace apenas una semana: ni ahora habrá grandes subidas ni en el futuro, grandes bajadas.

La decisión de mantener, aunque no formalmente, el porcentaje que se dedica al pago de moratoria nuclear puede ser jurídicamente discutible, según reconocen las empresas, aunque todo dependerá, aclaran, de "cómo de bien hecho esté el real decreto de tarifas que se apruebe ese año" [el de teórica desaparición del porcentaje].

Cobro adelantado

El encaje de bolillos del equipo que dirige José Folgado no se ha limitado al espinoso asunto de la moratoria nuclear. A las empresas se les reconoce el derecho de ceder a terceros el derecho a cobrar los 1.558 millones de euros de déficit de tarifas. En otras palabras, las empresas podrán negociar con los bancos (accionistas destacados de las compañías) el cobro adelantado de esa cantidad que se les reconoce a cambio de un precio determinado. Es un mecanismo "análogo" al de la titulización que se intentó con los CTC, pero "sin aval del Estado", según ha precisado el Ministerio de Economía. Ese aval estatal, explican los expertos del sector, no era posible porque cuenta a la hora de hacer las previsiones de déficit del Estado en los Presupuestos. Y el déficit cero sigue siendo objetivo irrenunciable para el Gobierno.

Cómo repartir 100 cuando se piden 120

Aceptada por el Gobierno la tesis de que la diferencia entre lo que cuesta producir un kilovatio/hora de electricidad (actividad liberalizada) y el precio que se fijó sobre el papel (tarifas) ha supuesto a las empresas un déficit de 1.558 millones en dos años y que ese déficit hay que pagarlo, la pelota ha pasado al tejado de las compañías.

Las empresas no están de acuerdo todavía en cómo repartirse la tarta. Se enfrentan dos posturas: repartir el dinero de acuerdo con los criterios que se establecieron a finales de los años 90 con los costes de transición a la competencia (CTC) o pagar el déficit que realmente ha soportado cada compañía. Mezclar ambos conceptos no es posible. "Salía un reparto del 120,5%", asegura una fuente al tanto de las negociaciones entre las empresas.

A falta de aprobación formal, Economía ha propuesto un reparto en el que los porcentajes cuadran (ver cuadro), aunque disgustan a alguna eléctrica que se considera mal tratada.

Pero así cuadran, a la postre, todas las cuentas que se hicieron en el sector en 1997. El déficit de tarifa que ahora se reconoce (1.558 millones de euros) coincide prácticamente con la quita (251.783 millones) que las empresas aceptaron por cobrar por adelantado (titulizar) los famosos CTC, que se calcularon entonces en 1,988 billones de pesetas. Cuando Bruselas tumbó la posibilidad de ese cobro por adelantado, las empresas hicieron hincapié en la necesidad de cobrar todas las ayudas pactadas.

Con la nueva metodología, la cifra global a ingresar por las empresas en los próximos años se acerca a los dos billones pactados. A diferencia de lo sucedido con las ayudas eléctricas, el Gobierno ha pulsado la opinión de Bruselas para no tropezar de nuevo.

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